La presentación del ejemplar 50 de Dragon Ball Super trajo consigo una gran polémica que se despertó luego de conocer cuál era el último deseo del malvado y poderoso Moro a Porunga, el dragón de Namek.
Para contextualizar la situación, el villano pidió liberar a los prisioneros de la Patrulla Galáctica para que le sirvan como ejército y, en un abrir y cerrar de ojos, estos nuevos secuaces de Moro aterrizan en el planeta Nuevo Namek para enfrentar a Goku y Vegeta.
Es en ese escenario en el que se produce el debate: varias personas fanáticas del manga y medios que siguen esta publicación coincidieron en que el personaje de Goku está siendo arruinado por Toyotaro, el autor de Dragon Ball Super, al huirle a los enfrentamientos.
En el más reciente número, se ve que Goku y el Gran Kaoshin regresan a la nave del Rey Galáctico. Por otro lado, Vegeta, harto de estar siendo detenido por Kakaroto, decide secuestrar una nave de la Patrulla Galáctica para viajar al planeta Yardart.
Sin lugar a dudas, son estas diferencias en la cantidad de combates con respecto a las tramas de otras sagas las que enervan a los fans. Por ejemplo, cabe recordar que en El Torneo de Poder no había vuelta atrás para los protagonistas, quienes sólo debían luchar para que el Universo 7 salga victorioso y obtener el deseo de Super Shen Long.