Algunos meses después de que la NBC emitiera el último capítulo de Friends en mayo de 2004, los fanáticos de esta aclamada sitcom creada por David Crane y Marta Kauffman encontraron un calmante a su tristeza y nostalgia en Joey, el spin-off encabezado por Matt LeBlanc.
A pesar de seguir de cerca al siempre ocurrente Joey Tribbiani, la tira no duró mucho en pantalla, ya que fue cancelada tras dos temporadas y 48 episodios debido a los bajos números de rating.
Ahora, varios años después de aquel intento fallido de emular el éxito conseguido con Friends, Kevin S. Bright, uno de los productores ejecutivos y directores de ambos productos, afirmó que lo que hizo que Joey fracasara fue que “no tenía el mismo tono” que su antecesora.
En un diálogo con Digital Spy, Bright señaló que la serie “no le permitió a Matt [LeBlanc] tener un estilo de vida despreocupado y trató de hacer que Joey creciera, y creo que fue un gran error”.
“Joey, en mi opinión”, agregó el ejecutivo, “debería haber sido un niño de por vida, hasta que encontrara a la mujer adecuada que estuviera dispuesta a cuidar de este niño y aceptarlo como quien era. Creo que la transformación de Joey en un tipo que no sabe cómo conseguir una cita, que no tiene amigos, creo que eso hizo que la audiencia se alejara”.
Además, Bright reconoció que también había “una presión tremenda para que el programa tenga éxito en un nivel parecido al de Friends“.
“Si el programa estuviera hoy, te apuesto a que estaríamos en el top 10… ¡con el rating con las que fuimos cancelados en ese momento! Pero sí, [mirando hacia atrás], definitivamente lo habría hecho de otra manera”, finalizó Bright.