Quienes siguieron de cerca la trama de Friends, saben que uno de los momentos más icónicos de la longeva y popular serie tiene que ver con Ross y Rachel. Más concretamente con la sentida ruptura que sufrió su noviazgo. Sí, nos referimos a la famosa escena en la que él, luego de involucrarse con otra chica, no para de defender su desliz al repertir: “¡Nos habíamos tomado un tiempo! (We were on a break!)”.
De cualquier forma, ese conflicto entre ambos protagonistas, que luego generó que su romance se interrumpiera por varias temporadas, no estaba inicialmente planeado en el guion. De hecho, la idea de los creadores de la ficción es que los citados personajes de Jennifer Aniston y David Schwimmer mantuvieran una sólida relación durante la mayor parte del tiempo. No obstante, hace poco el productor Kevin S. Bright confesó en una entrevista para Metro las razones por las cuales optaron por hacerlos pelear:
“Sabíamos que la audiencia quería mantenerlos juntos pero todo lo que los separaba… Nos dimos cuenta de que cuando se juntaron, cuando se besaron por primera vez, fue como si todo el aire del globo saliera de golpe. Ya no había tensión sexual entre ellos”.
Además, Bright explicó que los guionistas Marta Kauffman y David Crane fueron quienes propusieron esa ruptura para ponerle un poco más de emoción a la trama, y para que sus televidentes tuviesen una razón más para mirar el show, esperando de ahí en adelante que por fin llegara la reconciliación.
Es por eso mismo que armaron otra pareja con miembros del elenco: la de Monica y Chandler (interpretados por Courteney Cox y Matthew Perry), así los fanáticos de Friends tenían otra historia de amor para alentar en vista de las dificultades de los queridos Ross y Rachel.
Lo cierto es que su estrategia parece haber funcionado a la perfección, dado que los niveles de rating de esa ficción se mantuvieron elevadísimos por toda una década hasta su temporada final.