George R. R. Martin, el autor de la saga A Song of Ice and Fire, se metió en problemas en la ceremonia de los premios Hugo, los Oscar de la literatura de ciencia ficción y fantasía, debido a su performance como conductor de la velada virtual que se llevó a cabo el pasado 1 de agosto.
La controversia surgió después de que, como parte de su discurso, el escritor decidiera hacer referencia en repetidas ocasiones a figuras no bien vistas en la comunidad de ciencia ficción como HP Lovecraft y John W Campbell, quienes ganaron los Premios Retro Hugo este año, pero fueron condenados por los puntos de vista racistas que sostuvieron durante su vida.
“Entre cada segmento, Martin usó repetidamente su tiempo para promover el trabajo y el legado de Campbell y Lovecraft, y para divagar sobre una serie de historias auto-engrandecedoras de su tiempo dentro del fandom y de las convenciones a las que asistió entre las décadas de 1960, 1970 y 1980”, dijo el escritor Andrew Liptak en un resumen del evento.
Además, el novelista de Bayonne, New Jersey, hizo una broma acerca de la estatuilla de los Oscars que también le valió críticas. Sobre el máximo galardón del séptimo arte, Martin aseguró que no era un hombre, sino un “eunuco de oro”. Natalie Luhrs, ex nominada en la categoría a Best Fan Writer, calificó a la frase de “esencialista de género y transfóbica”.
“No estoy particularmente disconforme con mi género, pero si ese segmento me hizo sentir asquerosa y no aceptada, imaginate cómo habrá hecho hizo sentir no solo a los nominados trans y otros disconformes con su género, sino también a todos los que estaban viendo”, escribió Luhrs.
Por otro lado, Martin fue criticado por confundir la pronunciación de varios nombres, incluidos los de la ganadora Rebecca F. Kuang y FIYAH!, una revista trimestral negra dirigida por afroamericanos, pero el escritor se defendió argumentando que no tenía las “pronunciaciones fonéticas correctas” y se disculpó por equivocarse.
En una larga publicación que compartió en la web de File 770, George escribió:
“En ningún momento del proceso recibí una guía fonética sobre cómo pronunciar a todos los otros finalistas, los que no ganaron. Si hubiera recibido eso, ciertamente habría hecho todo lo posible para nombrar a todos de manera correcta”.
“Por este medio me disculpo con todos y con cualquiera cuyo nombre pronuncié mal. Lo siento mucho. Esa nunca fue mi intención”, agregó.
Luego, al referirse a su estilo como anfitrión y la decisión de enfocarse tanto en escritores problemáticos del pasado, Martin manifestó: “Mi intención desde el principio fue hacer que la noche fuera divertida y de celebración. Como esperaba que muchos de los presentes fueran Kiwis asistiendo a su convención, pensé que presentar la historia de los premios era más que apropiado. De dónde vinieron los Hugos, cómo evolucionó el trofeo a lo largo de las décadas, quién lo ganó en el pasado, y quién lo perdió, algo que traté de enfatizar, dada mi larga historia como perdedor”.
“La mayoría de las historias que conté fueron probadas por el tiempo, en cierto sentido. Ya las conté antes. Usualmente generan grandes risas. O risas a medias, en cualquier caso. Eso era lo que esperaba escuchar de la audiencia en Wellington. Risas. Y agradecimiento por la larga y colorida historia de este campo que todos amamos: los escritores, los editores, los fanáticos, los vivos y los muertos” continuó.
“Lamento que algunos de ustedes no hayan disfrutado de mi conducción. Y me complace escuchar que muchos de ustedes sí lo hicieron… Obviamente desearía haber sido el mejor maestro de ceremonias de todos los tiempos, pero no se puede complacer a todas las personas todo el tiempo”, sentenció Martin.
Words for our times… pic.twitter.com/izSO5wBCfX
— George RR Martin (@GRRMspeaking) August 1, 2020