Después de su final en 2007, The Sopranos se ganó merecidamente el mote de serie de culto. La producción de HBO no solo fue elogiada por el público en general, sino también por la crítica y varios medios. De hecho, al día de hoy, algunos la consideran la mejor serie del siglo. Por eso no resulta extraño que, una vez finalizada la tira, otras franquicias se interesaran en los actores que habían participado en ella.
Ese fue el caso de James Gandolfini -Tony Soprano en la serie- que recibió dos ofertas una vez que abandonó el icónico personaje. Por un lado, la de la productora NBC, que ofreció 4 millones de dólares por aparecer en una temporada de su exitosa serie The Office. Por el otro, una oferta de 3 millones por parte de HBO para que se negara a aceptar la propuesta de la competencia.
Esta información fue revelada por los actores Michael Imperioli y Steve Schirripa -Christopher Moltisanti y Bobby Baccalieri en The Sopranos– en el podcast que ambos comparten, Talking Sopranos. La anécdota fue recordada por ambos conductores en una charla con Ricky Gervais, que había sido invitado a su programa.
Lo más curioso es que el solicitado actor, al momento de la oferta, no estaba trabajando en ningún proyecto. Los Soprano había acabado cuatro años antes de que Steve Carell dejara The Office, así que Gandolfini tenía vía libre para embarcarse en nuevo trabajos.
Al parecer, los gerentes y ejecutivos de HBO querían mantener la exclusividad con el actor. Por un lado, para retener en el inconsciente del público la imagen visual de Gandolfini como Tony Soprano, y por otro, para poder contar con él en proyectos a corto plazo.
Finalmente terminó rechazando la oferta de NBC y siguió trabajando en la misma productora de siempre. Grabó The Night Of, una miniserie que no se estrenó hasta 2016, tres años después de su muerte.