La Serpiente se ha convertido en una de las series más populares de Netflix en lo que va de este mes y quizás una de las razones por las que muchos espectadores se sienten tan atraídos por esta tira es porque está basada en hechos reales. La historia del asesino Charles Sobhraj y su pareja-cómplice Marie Andree Leclerc se ha contado muchas veces y en diversos formatos pero no se habían abordado en detalle las proezas de Herman Knippenberg (el diplomático que logró que el homicida fuese atrapado) y de Angela, su esposa.
Pese al éxito de este programa, ahora sabemos que la también diplomática afirma sentirse disconforme con el modo en el que fue retratada como una mujer sumisa. En declaraciones para el diario británico The Mirror, ella asevera que no fue para nada un personaje secundario en todo ese asunto. Concretamente, comentó: “Nunca fui la esposa obediente de un diplomático. Me hubiese gustado que ciertas cosas fueran distintas y se los dije [a los productores de la serie] antes del estreno, pero ya está. Ellos pueden tomarse ciertas libertades y no puedo hacer nada al respecto”.
Asimismo, Angela agregó que la de ellos fue más bien una sociedad con aportes similares por parte de ambos: “Herman y yo en verdad fuimos compañeros en todo esto. Un matrimonio es una buena historia. Y eso también es real. Pero no fue como lo que ellos escribieron”.
A favor de lo que dice ella, hay que reconocer que en muchas escenas del show se la muestra casi como una chofer o asistente personal de su entonces marido, y hasta hay una secuencia en la cual ella supuestamente presiona a Herman para que deje de lado su meta. Finalmente, Angela señala que la importancia real de su rol en la historia fue “una pieza clave que la serie ignoró”.