Making a Murderer es una exitosa serie documental que en la actualidad forma parte del catálogo de Netflix. La temática que aborda es muy oscura y realista, pues narra pormenores del caso de Steven Avery.
Concretamente, cuenta cómo ese hombre fue condenado por la violación e intento de asesinato de Penny Beerntsen. Sin embargo, luego de haber pasado 18 años tras las rejas, una prueba de ADN demostró su inocencia y se le concedió la libertad.
En vista de esa situación, Avery demandó a los funcionarios que gestionaron su detención. A través de la vía judicial pedía la suma de $36 millones de dólares como indemnización por su injusto encarcelamiento. Dentro de los demandados se encuentra Andrew Colborn, ex detective del condado de Manitowoc, en Wisconsin (Estados Unidos).
No obstante, tiempo después Avery fue inculpado por la muerte de Teresa Halbach. Y, a través de Making a Murderer, se plantea la teoría de que los mencionados funcionarios de esa localidad complotaron para plantar evidencia y meter tras las rejas a Steven como represalia.
Según reporta Variety, ahora Colborn ha demandado por difamación a Laura Ricciardi y Moira Demos, creadoras de esa tira. Recordemos que la primera temporada de esa serie salió en 2015, y la segunda en octubre de este año.
Lo que el citado ex detective alega es que ese programa televisivo pretende ensuciar su imagen y la de sus compañeros. Aduce que han sido expuestos al “ridículo mundial y al desprecio”. Denuncia que los eventos, las fechas y los hechos en sí se han mostrado de forma inexacta para perjudicarlos. Reclama entonces que la serie lleva al televidente a sacar falsas conclusiones.
Por otro lado, cabe destacar el hecho de que Avery está en prisión desde 2007 a causa del crimen de Halbach. Su defensora es Kathleen Zellner, una prestigiosa abogada que se dedica a casos de condenas erradas. Así que en breve planea presentar nuevas pruebas que demuestren, una vez más, que su cliente es inocente y que existe un terrible caso de corrupción detrás de su sentencia.