Aunque muchos fanáticos de Outlander no hubieran elegido que James “Jamie” MacKenzie Fraser (Sam Heughan) y Claire Beauchamp Randall (Caitriona Balfe) se separaran, la dupla de protagonistas debió dividir sus caminos durante 20 años dentro de la historia.
Lejos de ser un simple capricho de la producción para ponerle un poco más de drama a la serie de la cadena Starz basada en la saga de novelas de Diana Gabaldon, la decisión de que Jamie y Claire tomaran distancia por tanto tiempo tuvo un buen motivo detrás.
Tal y como lo confesó la propia autora de los libros en un evento de 2016 realizado por el conglomerado de editoriales multinacionales, Penguin Random House, la separación entre Jamie y Claire se debió al desarrollo del personaje de Brianna “Bree” Randall (Sophie Skelton).
En aquella oportunidad, Gabaldon aseguró: “Algunos personajes son muy difíciles de componer. Brianna, para empezar, fue muy difícil de escribir y eso es porque no es un personaje que vino a mí. Se hizo a sí misma. Era un personaje que necesitaba porque Claire estaba embarazada al final de Dragonfly in Amber [el segundo de los títulos que componen la saga]”.
“¡Tenía que haber una niña en el próximo libro!”, agregó la novelista. “Mi problema era: ¿Dónde vamos a conocer a esta niña? ¿Cómo una recién nacida? ¿Y la veremos crecer? Pensaba que no. ¡Eso es aburrido!”.
“Es por eso por lo que Claire y Jamie pasaron 20 años separados, porque pensé que era aburrido escribir sobre niños”, concluyó la artista estadounidense, sin ningún tipo de reparo.
Cabe recordar que en la historia, la protagonista viaja a través del tiempo a su época embarazada de Jamie. Ella vuelve a mantener una relación con Frank Randall (Tobias Menzies), junto a quien cría a Brianna pese a no ser su hija biológica. Finalmente, después de dos décadas y tras el fallecimiento de Frank, el personaje de Balfe le cuenta al de Skelton toda la verdad y la heroína vuelve atrás en el tiempo para reencontrarse con Jamie.