Recientemente, Netflix incorporó a su catálogo Resident Evil: La tiniebla infinita, miniserie animada japonesa dirigida por Eiichirô Hasumi y basada en la franquicia de videojuegos desarrollada por Capcom que actualmente se encuentra entre las tendencias de la plataforma de streaming.
Compuesta de cuatro episodios de 25 minutos cada uno, la sinopsis oficial de Biohazard Infinite Darkness (nombre original de la producción) indica lo siguiente: “Años después de los horrores de Raccoon City, Leon y Claire se ven consumidos por una oscura conspiración cuando un ataque viral azota la Casa Blanca”.
Por ahora, la serie ha recibido críticas mixtas por parte de la prensa especializada. Mientras algunos destacan lo entretenida que es su trama y lo buena que es técnicamente, otros consideran que es una producción chata, predecible y que no responde las preguntas que propone.
“Liberándose de las expectativas, se logra una serie televisiva que, aunque lejos de ser una obra maestra, sobrepasa lo que cabría esperar de la adaptación de un videojuego” escribe Sam Barsanti en AV Club. Por su parte, en Den of Geek indican: “Se atreve a lanzar preguntas complicadas pero saca las pistolas y los zombis justo cuando es hora de dar respuestas”.
“Solo por los efectos ya merece la pena. […] Los fans de la franquicia disfrutarán viendo personajes y referencias conocidas y la historia es lo suficientemente compacta para que los recién llegados no se pierdan” reseña Brittany Vincent en Decider.
Finalmente, Meagan Navarro de Bloody Disgusting sentencia: “Es rápida, con una animación impresionante y llena de acción y violencia de alto octanaje. También depende demasiado de su trama de conspiración, olvidando que su reclamo son los monstruos”.