Luego de seis intensas temporadas, la serie geek por excelencia se despide de la pantalla chica para siempre. Debido a la naturaleza de su trama, nunca logró tener el seguimiento abrumador de otras series de HBO como Juego de Tronos, The Wire, The Sopranos o Six Feet Under, pero sin duda desde el inicio de su transmisión en el 2014 no hubo una mejor serie que predijera el futuro. La sátira de sus guiones escritos de hace seis años hoy es una realidad: vivimos en un mundo cada vez más controlado por unos cuantos.
La serie sigue a un grupo de cinco amigos que tienen en sus manos una tecnología que podría cambiar el internet como lo conocemos, enfocándose en la privacidad, haciendo de cada usuario un servidor. En su proceso de encontrar inversionistas, viven innumerables intentos de negociaciones para vender el algoritmo y seguir en el estatus quo. En estas escenas se puede apreciar la indirecta hacia los grandes de la industria tecnológica, que con el paso de los capítulos dejó de ser indirecta para convertirse en mensajes claros y rotundos, mencionando directamente compañías como Google, Amazon y Facebook.
En uno de sus últimos capítulos, Richard Hendricks, declara ante el gobierno de los Estados Unidos –en una clara parodia a los juicios de Facebook– su intención de crear una red descentralizada, anónima y segura donde los dueños serán los mismos usuarios, con la intención de no depender de los que se consideran los “soberanos del internet”, es decir, los grandes monopolios. Esta idea podría sonar un poco fuera de lugar, sobre todo si no nos hemos puesto a analizar a dónde van nuestros datos cada vez que aceptamos los famosos términos y condiciones que aparecen al registrarse en algún servicio, pero este tema se ha venido analizando desde hace un par de años en Estados Unidos.
La recta final de la serie nos traslada al comienzo: cinco amigos esperando poder cumplir sus sueños de darnos “el internet que merecemos” como se promociona su proyecto fallido en una valla publicitaria mientras es pintada para agregar la nueva próxima startup unicornio de Silicon Valley.
La privacidad es un tema que se ha puesto sobre la mesa muchas veces. Cada vez más usuarios prefieren tomar medidas para evitar que su información confidencial ronde por distintas páginas web. Ricardo Bracamonte, redactor en COMPARAHOSTING, nos explica que existen ciertas medidas que se pueden tomar en el hogar para correr menos riesgos de privacidad.
“La mejor alternativa para evitar hackeos es tener un servidor dedicado. En este espacio virtual se podrá guardar películas, fotos o archivos confidenciales, además permite realizar descargas mediante torrents y tener nuestra propia VPN para no exponer nuestra IP. Montar un servidor en casa es relativamente fácil, solo se necesita conexión a internet, un ordenador, cableado RJ45 y un editor de páginas web como WordPress, aunque lo ideal es contactar a un especialista.”