Aunque su rubro es la literatura, Stephen King es un amante de las producciones audiovisuales, tanto de la gran pantalla como de la televisión, además de una persona que gusta de compartir sus impresiones con el resto del mundo. Según recuerda Far Out Magazine, en 2007 -mientras elogiaba la obra maestra de HBO aclamada por la crítica, The Wire– el novelista no solo calificó la serie como uno de los mayores logros del siglo XXI, sino que alabó la actuación de algunos de sus protagonistas.
“En la versión de David Simon del Infierno de Dante, el infierno es interpretado por Baltimore y los siete pecados capitales están bien, gracias”, escribió King. “Los traficantes de drogas de nivel medio dan la bienvenida al otoño dándoles dinero a sus chicos de la esquina para comprar ropa nueva, un pequeño beneficio para mantenerlos felices y mover esas bolsas con drogas. Los delincuentes más grandes dan a los políticos para asegurarse de que la influencia siga fluyendo. La única diferencia es la cantidad que cambia de manos”.
En lo que respecta a las actuaciones, el autor de 74 años destacó el trabajo de los actores Gbenga Akinnagbe y Felicia Pearson, dúo que aparece como un par de sicarios terroríficos que trabajan para un capo de la droga en ascenso llamado Marlo Stanfield (interpretado por Jamie Hector) que desafía el status quo del panorama del crimen organizado de Baltimore.
“No fue Marlo quien me mantuvo fascinado, o me mantuvo utilizando los discos de vista previa semi-defectuosos de HBO en mi reproductor de DVD con creciente temor y fascinación; ese honor pertenecía al equipo de asesinos contratados por Marlo de Chris (Gbenga Akinnagbe) y Snoop (Felicia Pearson)”, continuó. “Esta última es quizás la villana más aterradora que jamás haya aparecido en una serie de televisión. Cuando pienses en Chris y Snoop, piensa en John Allen Muhammad y Lee Boyd Malvo, solo que inteligentes“.
Además, el nacido en Portland insistió en que el poder de The Wire es tan grande que será discutido y diseccionado en los próximos años. “‘Ahí’, dirán nuestros nietos. ‘No fue todo Simon Cowell’. No. También estaban Chris y Snoop. Su terrible pistola de clavos. Y las casas vacías que se han convertido en tumbas, como símbolos silenciosos de lo que ha sido de algunas de nuestras ciudades del interior. The Wire es un logro asombroso”, cerró.