Netflix tiene nueva serie y podemos decir que se sale bastante de sus estandartes habituales. Se trata de The Eddy, una miniserie que bucea en un club de jazz parisino y sus integrantes. Este es un formato que la plataforma viene aplicando para sus nuevas producciones y que funciona de maravilla frente a las largas e inacabables temporadas.
Los dos primeros episodios de The Eddy fueron dirigidos por Damien Chazelle, uno de los mejores nombres de Hollywood de los últimos años. El joven director fue el responsable de Whiplash y La La Land, dos films musicales donde el jazz es protagonista. En la segunda, Chazelle crea un mundo de ensueño para contar la historia de una pianista de jazz que reniega de las nuevas tendencias y lucha por el purismo musical y en Whiplash conocemos un obsesivo profesor que busca la perfección técnica para el género entrenando a un joven baterista de jazz. Aquí nuevamente vemos un espacio de resistencia, el bar The Eddy: a pesar de las deudas y las tragedias que empiezan a rodear al lugar y a los personajes, mantiene vivo el espíritu de la música en vivo al tiempo que la música cobra un carácter sagrado.
El protagonista es Elliot (André Holland), un hombre de mediana edad, neoyorkino radicado en París. Está en crisis en casi todos los aspectos de su vida, incluso con respecto a la música. Este personaje le otorga a la serie una gran cuota de dramatismo y pesimismo, por lo cual puede volverse algo densa en su narración. De todos modos, son varios los personajes que integran esta historia y la serie concentra cada capítulo en uno de ellos, de manera que llegamos a conocer bastante de ellos y su relación con la música.
La serie contiene esta impronta de musical tan cara a Chazelle, otorgando extendidos momentos de música en vivo, sobre todo en los primeros dos capítulos. Varias veces, los momentos musicales están liderados por la actriz y cantante Joanna Kulig, que desempeña un importante papel en la historia. Este núcleo musical hace de The Eddy una pieza atípica dentro del catálogo de Netflix y es lo que la vuelve más atractiva, sobre todo para los amantes del jazz.