Hace unas semanas, Netflix estrenó la segunda temporada de The Umbrella Academy, la serie basada en los cómics escritos por Gerard Way e ilustrados por el artista brasilero Gabriel Bá.
La historia se centra en siete jóvenes superpoderosos nacidos el 1 de octubre de 1989 bajo la extraña coincidencia de que ninguna de las madres había mostrado signos de embarazo hasta ese día. Estos chicos son adoptados y criados por un millonario llamado Reginald Hargreeves, quien los entrena y educa en la Umbrella Academy para que exploten todo su potencial.
Uno de esos siete jóvenes con poderes es Luther –Tom Hopper– también conocido como Spaceboy o Número Uno. Luther es una suerte de hermano mayor –o líder- que constantemente busca la aprobación de su padre adoptivo por lo que intenta complacer cada una de sus demandas.
A diferencia de sus hermanos, que tienen poderes más específicos y con diversas utilidades, Luther se caracteriza por tener súper fuerza y resistencia, algo relativamente clásico a la hora de pensar en superhéroes.
Sin embargo, aquello cambia cuando en una de las tantas misiones ordenadas por su padre algo sale mal. Luther queda al borde de la muerte y Reginald decide inyectarle un suero para revivirlo.
Si bien el joven vuelve a la vida, algo cambia en él: su cuerpo ya no es el mismo y su aspecto se vuelve similar al de un simio. Eso aumenta su masa muscular y su fuerza, la cual se vuelve demoledora.
Si bien Luther demuestra que no está cómodo con su cuerpo, intenta sacar el máximo provecho de sus habilidades. Tal es así que en la segunda temporada se gana la vida luchando, algo que le resulta bastante sencillo teniendo en cuenta que nadie es capaz de vencerlo.
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