La cuarentena obligatoria que se ha decretado en muchos lugares del mundo como consecuencia del coronavirus (COVID-19) ha hecho que las plataformas de streaming tengan un uso masivo sin precedentes: el catálogo de empresas como Netflix y Amazon se ha convertido en una fuente de entretenimiento cómoda sin salir de casa.
Mientras la economía mundial se encuentra parcialmente paralizada por el cierre temporal de ciertas industrias y la menor cantidad de autos circulando por las calles, se hace evidente cómo bajan las emisiones de carbono en muchas ciudades. No obstante, un informe de la consultora energética Saveon Energy advierte que ver películas y series en línea también resulta bastante dañino para el ambiente.
De hecho, cualquier actividad relacionada con el uso de internet contamina. Pero el streaming de video consume muchísima energía debido a que los datos deben viajar a través de una red de cables y pasar por un centros de datos. La energía eléctrica que requiere ese proceso suele ser obtenida de la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo que, finalmente, genera una enorme cantidad de dióxido de carbono (CO2). Por ejemplo, la transmisión de un video en línea durante 30 minutos genera cerca de 200 gramos de CO2. Aquella cifra es equivalente a manejar un auto por 800 metros.
De acuerdo con una infografía que incluimos al final de esta nota, la energía que se usó durante los 80 millones de reproducciones de Birdbox en Netflix se puede equiparar a conducir por 234 millones de kilómetros. Aquello implica la emisión de más de 66 millones de kilogramos de CO2 que van directo a nuestra atmósfera a potenciar el calentamiento global.
El mismo informe advierte que las 64 millones de reproducciones de la tercera temporada de Stranger Things es la equivalente a conducir un auto por 675 millones de kilómetros, lo que implica una emisión de 189 millones de kilógramos de CO2. Como analogía, el informe pone como equivalente viajar 28.391 veces, ida y vuelta, desde Marrakech, Marruecos hasta Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Se trata de una información preocupante que invita a que cuidemos nuestros consumos virtuales y a que los gobiernos inviertan en el rubro de las energías renovables como la eólica y la solar.