Hay veces que el estado de ánimo no nos da para alegrarnos ni con el canto de los pájaros ni con un amanecer despejado. Hay veces que estamos tan grises que lo único que necesitamos es perdernos en un paisaje…
Hay veces que el estado de ánimo no nos da para alegrarnos ni con el canto de los pájaros ni con un amanecer despejado. Hay veces que estamos tan grises que lo único que necesitamos es perdernos en un paisaje…