Una sucesión de clics inesperados me llevó hasta la web de Santiago Caruso. Me vi sumida en esa telaraña, viajando desde su perfil personal hasta hallarme de pronto en un tren con la dirección de su domicilio en una mano…
Una sucesión de clics inesperados me llevó hasta la web de Santiago Caruso. Me vi sumida en esa telaraña, viajando desde su perfil personal hasta hallarme de pronto en un tren con la dirección de su domicilio en una mano…