Las luces de la ciudad y la ciudad en sí se predisponen de otra forma. Ni hablar de los transeúntes y de los que saben lo que quieren, que, ante la inminente realidad de encontrarse con una noche de sábado…
Las luces de la ciudad y la ciudad en sí se predisponen de otra forma. Ni hablar de los transeúntes y de los que saben lo que quieren, que, ante la inminente realidad de encontrarse con una noche de sábado…