Durante su más reciente paso por Noruega, Metallica rindió un inesperado homenaje a una de las propuestas locales más famosas de la historia: A-ha, banda de synthpop que causó furor durante los ’80.
Luego de tocar “Halo on Fire”, James Hetfield y Lars Ulrich abandonaron el escenario del Telenor Arena dándole lugar a uno de los ya clásicos momentos instrumentales de Robert Trujillo y Kirk Hammett.
Fue ahí cuando el bajista tomó el micrófono para decir:
“Intenten adivinar qué es esto. Si lo saben, canten. Recuerden, esto es divertido, ¡es una fiesta!”.
Acto seguido, el guitarrista empezó a interpretar “Take On Me”, dándole el puntapié inicial de lo que, sin lugar a dudas, fue uno de los momentos de la noche, aún incluso con las carencias que presentó Trujillo en lo que al canto se refiere.