“Hey Jude” es uno de los más grandes himnos de toda la discografía de The Beatles y su éxito es, casi exclusivamente, responsabilidad de Paul McCartney, quien se encargó de escribir la totalidad de la letra. “‘Hey Jude‘ tiene una muy buena letra y yo no contribuí en ello para nada” dijo John Lennon en 1980 sobre el track que su compañero había creado para confortar a su hijo, Julian Lennon, después de la separación con Cynthia.
“Pensé, como amigo de la familia, en ir y decirles que todo iba a estar bien, quería darles ánimos y ver cómo estaban”, recordó Paul en Anthology hablando de Julian y Cynthia. “Tenía una hora de viaje hasta allá. Solía apagar la radio e intentar crear canciones. Empecé a cantar: ‘Hey Jules – don’t make it bad, take a sad song, and make it better…’. Era optimista, un mensaje esperanzador para Julian: ‘Vamos hombre, tus padres se divorciaron. Sé que no estás feliz, pero vas a estar bien’. Al final cambié ‘Jules’ por ‘Jude'”.
“La terminé en Cavendish. Estaba en el estudio cuando John y Yoko [Ono] vinieron de visita y estaban justo detrás mío, sobre mi hombro, parados mientras escuchaban el tema. Cuando llegué a la parte de ‘the movement you need is on your shoulder’, los miré y dije ‘voy a cambiar esa parte, no sirve’, pero John me respondió: ‘Sabes que no lo vas a hacer, esa es la mejor línea’". Más allá de la explicación de McCartney, Lennon siempre creyó que las palabras de su compañero iban dirigidas hacia él, tal y como se lo confesó a David Sheff.
Esto dijo Lennon:
“Él dijo que la escribió para mi hijo Julian. Sabía que me estaba separando de Cyn y dejando a Julian. Él estaba yendo a visitarlo, ya que era como un tío para él. Paul siempre fue bueno con los niños. Y entonces creó ‘Hey Jude’. Pero siempre la sentí como una canción para mí. Si lo piensas, Yoko recién entraba en mi vida. La pista dice ‘Hey Jude – hey John’. Sé que sueno como uno de esos fans que lee entre líneas, pero puedes escucharla como un mensaje para mí. La frase ‘go out and get her’ – de modo subconsciente estaba diciendo ‘ándate, déjame’. En un nivel consciente, él no quería eso realmente. El ángel dentro de él decía ‘Dios te bendiga’, pero al diablo dentro suyo no le gustaba en absoluto porque no quería perder a su compañero”.
