Quentin Tarantino alcanzó uno de los puntos más altos de su carrera con Kill Bill, una película de dos partes estrenada en 2003 y 2004, protagonizada por Uma Thurman. La obra volcó la influencia del cine de samuráis, de las películas de acción conocidas como Girls with Guns y construyó una potente historia de venganza.
La narración va y viene en el tiempo, combina diversos lenguajes cinematográficos —incluyendo el animé— y muestra cómo una mujer se prepara meticulosamente para ajustar cuentas con quienes le arruinaron la vida.
Sobre este film, Tarantino declaró en el podcast The Church of Tarantino: "Es mi película definitiva". Según el director, Kill Bill concentra todos los elementos que definen su autoría: la música, el humor negro, la violencia explícita, los homenajes cinematográficos, la evocación del mundo japonés y la filosofía de la venganza.

Añadió: "Es como si nadie más la podría haber hecho. Cada aspecto de la película está tan particularmente arrancando, como con tentáculos y tejidos sangrientos, de mi imaginación, de mi identidad, de mis amores, mi pasión y mi obsesión".
Sin embargo, Tarantino aclaró que, aunque Kill Bill es la película que nació para hacer, no es ni la más querida ni la mejor de su filmografía: "Creo que Bastardos sin gloria es mi obra maestra, pero Érase una vez en Hollywood es mi favorita".
La posible tercera parte de Kill Bill
Desde hace años, los fanáticos esperan un posible regreso de Kill Bill, y los rumores sobre una tercera parte han estado siempre presentes, pero nunca se concretaron. En 2019, Tarantino contó a IndieWire: "Cené con Uma Thurman anoche, estábamos en un restaurante japonés realmente genial. Sí que tengo una idea de lo que haría con Kill Bill Vol. 3. Se trataba de definir el concepto del proyecto, saber lo que le sucedió a La Novia y qué quiero explorar. Porque no quiero inventar una aventura disparatada; ella no se lo merece. La Novia ha luchado mucho y muy duro. Tengo una idea que podría ser interesante". De todos modos, la tercera parte no es algo concreto y sus promesas de aquel momento tampoco se han cumplido, ya que pasaron seis años de dichas declaraciones.