En el mundo del rock, las rivalidades entre estrellas suelen ser inevitables, pero también hay momentos en que grandes nombres coinciden en sus admiraciones. Eso fue lo que sucedió con David Bowie y Paul McCartney, dos de las figuras más influyentes de la música popular, quienes compartieron su profundo respeto por otros dos pesos pesados del cuarto arte como John Lennon y Bob Dylan, a quienes ambos consideraron entre los más grandes compositores de la historia.
La importancia de Lennon
McCartney, en múltiples ocasiones, destacó la grandeza de su excompañero en los Beatles. En una entrevista del 2018 recordó: “Cuando trabajábamos juntos en algo, solía ocurrir que quien fuera el creador de la canción aportaba la primera estrofa, y luego nos sentábamos y continuábamos a partir de ahí. Sus pequeñas cosas eran brillantes”.
Bowie, por su parte, en 1999 declaró: “John Lennon probablemente fue mi mayor mentor. Me mostró cómo torcer y moldear el tejido del pop, cómo integrarle arte, literatura y referencias sociales, y convertirlo en algo poderoso, político y hermoso, algo misterioso e intenso. Él fue uno de los hombres más carismáticos que he conocido en mi vida”.

La influencia de Dylan
El otro gran nombre que une a Bowie y McCartney es Bob Dylan. El exBeatle llegó a decir: "Siempre me gusta lo que hace. A veces desearía ser un poco más como Bob. Es legendario... ¡y le importa todo un carajo! Pero yo no soy así".
Bowie, aunque reconocía no compartir con Dylan la búsqueda de éxitos comerciales, confesó sentirse identificado con su forma de trabajar: “Sabía que nunca iba a ser un gran éxito en las listas, pero quería estar en esa tradición de escritores que no tenían miedo de decir lo que pensaban”.

Que tanto Bowie como McCartney coincidieran en Lennon y Dylan no sorprende: ambos marcaron a generaciones enteras con canciones que no solo definieron épocas, sino que siguen vivas hoy, década después de haber sido dadas a luz, como obras maestras de la composición.