Veintidós años después de su estreno, Kill Bill volverá a los cines pero de una manera particular: tal y como fue concebida desde un principio. El próximo 5 de diciembre, los cines de Estados Unidos reestrenarán la película bajo el título Kill Bill: The Whole Bloody Affair, una versión que fusiona la Parte 1 (2003) y la Parte 2 (2004) en una sola obra de más de cuatro horas de duración.
Una única película, como Tarantino siempre lo quiso
El film de Quentin Tarantino protagonizado por Uma Thurman había sido dividido en dos entregas debido a las exigencias de distribución y la extensión del metraje. Sin embargo, el propio Tarantino siempre defendió que se trataba de una única película, a la que él mismo se refirió como su "cuarta obra". Ahora, por primera vez, el público podrá disfrutarla en la pantalla grande de esa manera.
El reestreno no solo unirá ambas partes en un relato continuo, eliminando el final abierto de la primera y el resumen inicial de la segunda, sino que además incluirá material inédito. Entre los añadidos figura una secuencia animada de siete minutos y medio nunca antes proyectada, lo que convierte al lanzamiento en un acontecimiento curioso incluso para los más fieles seguidores del cineasta.

"La escribí y la dirigí como una sola película, y estoy muy contento de poder ofrecer a los fans la oportunidad de verla como tal. La mejor forma de ver Kill Bill: The Whole Bloody Affair es en un cine, en glorioso 70 mm o 35 mm. ¡Sangre y vísceras en una gran pantalla en todo su esplendor!”, expresó Tarantino en un comunicado oficial (vía Consequence).
Aunque por el momento el reestreno fue confirmado únicamente en salas de cines estadounidenses, se espera que pueda replicarse en otros territorios. En Latinoamérica todavía no hay anuncios oficiales, pero el interés internacional por el montaje hace prever que las distribuidoras podrían sumarse en los próximos meses.