La chilena Camila Moreno, una de las artistas más relevantes del panorama de la nueva nueva música latinoamericana estará de visita en Buenos Aires para realizar un concierto gratuito en la Usina del Arte el 29 de abril.
El año 2008 las radios chilenas se vieron invadidas por una potente voz que en conjunto con intensos y rabiosos rasguidos de guitarra cantaba sobre injusticias sociales y personales vivencias. Con un timbre único y una poesía viva, Camila Moreno comenzaba lo que sería un largo camino por una ruta artística que no parece tener límites y que tuvo como punto de partida la participación en numerosos festivales en donde su trabajo llamó especialmente la atención gracias a su política de nunca silenciar lo que piensa.
Show apertura: Amor Elefante
Como Llegar
En Colectivo: Línes 8, 20, 130, 152, 64, 29, 168, 29, 33, 86, 93.
Web: usinadelarte.org
La Usina del Arte
Ubicada en la Avenida Pedro de Mendoza entre Agustín Caffarena y la Avenida Benito Pérez Galdós con acceso por Caffarena al 1, en el barrio de La Boca, fue construida por la Compañía Italo Argentina de Electricidad con proyecto del arquitecto J. Chiogna. Los trabajos para la construcción empezaron a mediados del año 1914, y fue puesta en servicio en los primeros días de enero de 1916. Tuvo sucesivas ampliaciones en los años 1919 y 1921 para aumentar el suministro de energía eléctrica que demandaban los establecimientos fabriles instalados en una ciudad que, además, crecía aceleradamente, y debido también a la electrificación de las redes tranviarias. La usina ocupa una superficie de terreno de 7.500 m2; su morfología y materialidad tienen reminiscencias de un palacio florentino.
La usina tenía una dotación de 12 calderas productoras de vapor a través de la combustión de petróleo, vapor que impulsaba a las turbinas de generación de energía que alcanzaban a 5 unidades. Las calderas ocupaban el recinto de la nave mayor y los turbo-generadores la nave contigua de menor tamaño. El agua de refrigeración se captaba desde la Dársena Sud por medio de tomas bajo nivel con filtros. A través de un canal de descarga el agua volvía al río. Un sistema de bombas accionadas por turbinas a vapor impulsaba el movimiento de circulación del líquido. La provisión de combustibles estaba asegurada desde la misma Dársena por una cañería que conectaba la usina con las lanchas que lo transportaban. Durante períodos de escasez se quemaron otros combustibles como carbón, maíz, luego fuel-oil y finalmente gas. Las chimeneas que coronaban el edificio humeaban constantemente, a pesar que parte de los locales auxiliares del edificio estaban destinados al personal técnico y de administración, y a las viviendas de altos jefes y funcionarios de la empresa.
La usina fue proveedora de empleo durante muchos años a la oferta de mano de obra localizada en este barrio. Luego de la venta por sus propietarios al Estado Nacional, se incorporó a SEGBA quien a su vez la transfirió a EDESUR. Más tarde fue operada por la firma metalúrgica ACINDAR, hasta que en 1997 esta última decidió liquidarla debido a la sobreoferta energética y a los costos operativos de la Central. Sus instalaciones fueron desmanteladas y vendidos sus componentes.
Finalmente el GCBA adquirió el bien con el objetivo de salvaguardar un bien de gran valor patrimonial, cultural y arquitectónico para la ciudad, revitalizar la vinculación estratégica de Puerto Madero con la ribera boquense y dotar a la Ciudad de Buenos Aires de un nuevo centro cultural de perfil internacional.