TRImarchi DG es uno de los principales eventos interdisciplinarios en Argentina y Latinoamérica. El encuentro internacional propone un diálogo directo con los principales referentes del arte, el diseño y la gráfica, con una extensa programación que incluye conferencias, workshops, shows y muchas otras actividades. Este año se celebra por partida doble: regresa a la presencialidad para festejar los 20 años de su primera edición.
Durante tres días -viernes 14, sábado 15 y domingo 16 de octubre– el Estadio Polideportivo de Mar del Plata volverá a recibir al festival fundado por Seba “Acampante” Valdivia y Pablo González. En conversación con Indie Hoy, Valdivia nos contó sobre sus planes para esta nueva edición.
Si tuvieras que explicarle a alguien lo que representa TRImarchi DG, ¿qué le dirías?
Creo que le propondría que piense en algo que le apasiona, lo que sea, para luego entender que miles de personas se encuentran año a año a debatir sobre eso, para hacer evolucionar sus propios conceptos colectivamente. Es un encuentro donde asisten lxs mayores referentes globales, en el marco de un contexto ultra relajado, lejos del acartonamiento de los congresos o la academia. Una suerte de ritual nerd que ya nuclea a casi 10.000 personas en cada edición.
¿Cómo se origina el proyecto? ¿Se imaginaban la repercusión que tendría a lo largo de los años?
TRImarchi DG nace de encontrar agujeros en el programa de estudios. Teníamos entre 18 y 19 años, y sabíamos que había más detrás del concepto de diseño que nos enseñaban en la escuela de artes. Nace como un complemento, de cuestionar. Veníamos del hardcore, de la cultura del “hazlo tú mismo”, de armar recis y vomitar pensamientos utópicos en fanzines. TRImarchi fue la consecuencia de una necesidad que compartíamos con muchísima gente y eso hizo nuestros delirios más fuertes.
¿Cuáles son las expectativas para esta edición, luego de dos años atravesados por la pandemia y la virtualidad?
Antes del último TRImarchi nos habíamos asociado con Domestika. La idea fue ampliar su catálogo de cursos, curando contenidos, proponiendo profesores y abriendo otras vías de expresión a nuestra comunidad. El plan en la pandemia ganó mucho sentido: abrimos estudios en muchas ciudades y ampliamos muchísimo nuestro sistema de búsqueda de talentos, empezamos a relevar escenas culturales de todo el globo. Fueron años riquísimos donde supimos darle sentido a la virtualidad, pero ya estábamos extrañando el vernos a los ojos, el diálogo de pasillo, los abrazos. Creemos que este año va a tener muchísimo de eso que añoramos. Atravesamos cosas que nos hicieron madurar a la fuerza. Fueron dos años locos, donde hubo mucha evolución en el pensar colectivo. El formato presencial permite que esas conclusiones se compartan. Vamos a escuchar diálogos muy profundos en los pasillos del estadio: los recis, las fiestas, estar relajando junto a la gente que querés, nuevas y viejas amistades. Solo elegimos a 15 nombres y 15 mensajes en el evento: los conferencistas. Todo el resto es la magia que sucede entre las miles de personas, motivadas por esas palabras.
¿Cómo fue el diseño de la programación y los lineamientos para esta edición?
Este año nos interesaban dos tipos de charlas: en primer lugar buscamos a conferencistas históricos de los 20 años del ciclo, gente que haya movilizado con su conferencia, como fue el caso de Carry Sommers, Stefan Sagmeister o Hort. Después buscamos charlas cargadas de sentido emocional y de reacomodamiento profesional: todes atravesamos momentos raros durante la pandemia, muchos sueños se vieron truncados, muchas ideas tuvieron que esperar su momento ideal. Los clientes se cayeron, algunos proyectos fueron cancelados, la frustración y la inseguridad fueron elementos básicos del esquema emocional durante la era del COVID. Muchas de las charlas de este año están basadas en levantar ese ánimo, redescubrir estilos, caminos y no ahogarnos en el pánico. Las de Julia Sbriller y Santiago Carrasquilla son algunas de estas charlas. Además, contaremos con la muy esperada charla del escritor Adam J. Kurtz, quien en pandemia sostuvo a su comunidad magistralmente con una serie de vivos súper emotivos y contenedores, al punto que le planteamos transformarlos en una conferencia.
Luego de 20 años en escena, ¿qué balance hacen de todo lo logrado? ¿Qué aportó el encuentro a la escena de diseño de Argentina y Latinoamérica?
TRImarchi mutó mucho, como evento y como comunidad. Fue creciendo año a año, expandiendo sus formatos, sus canales: prensamos vinilos, cassettes y digitales compilando a las bandas y productorxs que tocaban en el evento. Editamos más de 20 libros en formato físico, hicimos pre TRImarchis en diferentes países latinoamericanos, abrimos Club TRI, dos clubes de ocio y estudio para transformar algo eventual en algo constante. También fundamos el Colectivo TRImarchi, una suerte de estudio colectivo, donde compartimos nuestros clientes de diseño con equipos de trabajo que armamos para cada proyecto. Uno de los cierres de ciclo más lindos que hicimos fue Casa de Estudio, un evento gratuito dentro de TRImarchi para profesorxs y directorxs de carreras de diseño, donde se discuten los programas de estudio en conferencias y mesas redondas. Para ese ciclo trajimos a directivos de Bauhaus, Central Saint Martins London, Instituto Europeo de Diseño, UAL, entre otras, y se adaptaron varios programas de estudio en universidades de Latinoamérica a raíz de conclusiones tomadas en este ciclo. Hay varias huellas, como esa, que quedaron en la historia. Visibilizamos también a miles de creatives y estudios a nivel global, llamando la atención de medios internacionales como Shift Japon, Creative Review UK, Computer Arts, Etapes FR, IdN China, o la división de antropología de la universidad alemana de ULM, que vino a cubrir por qué miles de diseñadores se reunían en un estadio en Latinoamérica.
¿Qué significa para ustedes celebrar 20 años del encuentro interdisciplinario?
Es loco, siempre habíamos entendido a TRImarchi como un ciclo de 10 años. Una década había sido nuestra apuesta inicial, como una suerte de apuesta lejana. Cuando se estaban por cumplir los 10 años, nos dimos cuenta que recién estabamos calibrando el evento. Recién entendíamos lo que significaba, lo que hacíamos con él y el rol que venía a cumplir en la sociedad. Decidimos entonces hacerlo durante 10 años más, y en una semana llega ese día. Tendríamos un gran vacío si dejamos de hacerlo, por eso estamos buscando un nuevo formato, nuevos lenguajes, plataformas, seguir mutando. Por lo pronto, cerrar el ciclo de dos décadas: hermoso bodoque de tiempo y data.
Encontrá toda la programación de TRImarchi 2022 en el sitio web del festival, entradas disponibles a través de Alpogo.