Una de las mejores cualidades que tiene el arte es que es capaz de reinventarse aunque hayan pasado siglos. Alexey Kondakov da muestras de eso con sus trabajos en los que lleva a la cotidianidad de la vida del siglo XXI obras antiquísimas.
Este artista ucraniano se instaló en Italia para cultivar una línea cohesiva de trabajos de collage. Desde la sede del Renacimiento, Kondakov yuxtapone pinturas de ensueño con fondos fotográficos de la vida italiana contemporánea.
Como director de arte, Kondakov emplea magistralmente varias técnicas para colocar personajes pintados con óleo en las calles de la ciudad. Además de ser impresionantes, las imágenes finales son sorprendentemente encantadoras.
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Entre sus creaciones, el artista muestra hermosas mujeres de las obras prerrafaelitas de Bouguereau, Waterhouse, Leighton, así como otros personajes románticos del Renacimiento, Barroco y el arte neoclásico. Estas musas, ya sea vestidas con túnicas sueltas o sin ropa en absoluto, reciben nuevas narrativas en los collages de Kondakov.
Al colocar a estos antiguos personajes en tiendas de ropa, fiestas, diferentes espacios públicos y hasta en el transporte público, Kondakov da una nueva vida a estas pinturas que datan de siglos atrás.
“Un día estaba trabajando sobre la obra de Van Everdingen, Baco y las ninfas, y mirando estas imágenes me di cuenta de que las vidas de las personas que aparecían en aquellos cuadros aquellas vidas del pasado no eran tan diferentes a las nuestras. Ellos también pasaban el tiempo charlando y bebiendo.”
Además, Alexey relató cómo fue ese momento en el que tuvo la idea de situar a estos personajes en un contexto moderno: volvía a su casa y en el camino tomó una fotografía y pensó que la obra sobre la que antes había estado trabajando encajaba en ese lugar a la perfección.
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Acto seguido, empezó a trabajar con el Photoshop sobre la imagen que había capturado, aislando unas figuras de Van Everdingen y re-situándolas en un nuevo tiempo y espacio.
“Después de ver el resultado de este primer collage, me decidí hacer una serie de fotos. Con mi esposa empezamos a buscar sitios, imaginando dónde podrían haber sucedido aquellas imágenes que el arte clásico nos ofrecía. Realicé tres trabajos que compartí finalmente en internet y que recibieron muchísimos comentarios. Creo que toda esa acogida que tuvo mi trabajo en internet tiene mucho que ver con el hecho de que la gente se siente identificada”, aseguró.
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