Hace un tiempo hablamos de Mike Mandel, un profesional oriundo de Los Ángeles que ideó un proyecto que consistía en fotografiar los moteles independientes de Estados Unidos, tanto por dentro como por fuera. Siguiendo con la fotografía, también nos enfocamos en el trabajo de Hugh Holland, quien capturó la cultura del skate en los años 70 mientras deambulaba por las calles de California con su cámara a cuestas, y el de Douglas Corrance, un fotógrafo escocés que se destacó por capturar la vida callejera en los años 70 y 80 en Nueva York.
Ahora es el turno de hablar de David Corio, un fotógrafo británico que registró la era musical de los 80 y 90 en los clubes nocturnos fotografiando no solo a artistas sino también al público. La carrera de este artista comenzó de muy joven, a los 18 años, cuando luego de asistir a la escuela de arte en Gloucester decidió regresar a Londres. Corría el año 1978 y la ciudad era el epicentro de nuevas tendencias en moda, arte y música.
Siendo aún un adolescente, Corio comenzó a tomar fotografías de conciertos -de Bob Marley y Grace Jones, por ejemplo-, las cuales enviaba a revistas como New Musical Express y Time Out: “Me dio la chance de salir de gira con U2 cuando aún eran jóvenes y no tenían contrato con ninguna discográfica, y otros artistas como The Birthday Party con Nick Cave” afirmó en una oportunidad (vía Huck Mag). Varios registros de aquella época conforman su más reciente libro Fans and Clubbers 1978–1995, que permite echar un vistazo a esa nueva era de la música y la vida nocturna.
Sobre aquella época, Corio recuerda: “El punk había estallado y empoderado a muchos jóvenes marginados que no tenían dinero y tenían un futuro sombrío por delante. Hubo muchas huelgas, alto desempleo y varios disturbios en todo el país. (…) La gente también se volvió más consciente políticamente, y Rock Against Racism fue muy importante y trajo conciencia a muchos sobre muchas injusticias en todo el mundo, como el apartheid [Sudáfrica] y la causa palestina”.
Acerca de cómo trabajaba y se acercaba a los protagonistas de sus fotografías, Corio afirmó: “Si alguien se destacaba entre la multitud, tomaba tal vez un par de fotos, pero rara vez más de dos o tres. Sentía que los fanáticos y los clubbers eran a menudo una mejor manera de capturar el estilo y la atmósfera de cierta noche de club o espectáculo”.
Mirá algunas imágenes a continuación y disfrutá del libro en este enlace.