La cámara avanza y hace foco en la lluvia de fuego, en una lengua de lava que cae sobre la montaña. La escena retrata la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla La Palma durante el año 2021. El paisaje es surreal: los autos avanzan como si nada, las personas discuten estrategias para acercarse al volcán. Nadie parece percatarse del peligro. Están extasiados con la belleza del paisaje. Es el tráiler de Diario ígneo o cronología de un system error, corto dirigido por la directora audiovisual y escritora Lucía Lalor. Algo de ese corto refleja la naturaleza de su trabajo: la construcción de una imagen valiente, que encuentra un vínculo con la música y la poesía.
La directora nació un 25 de mayo de 1993. Durante su infancia pasó mucho tiempo sola, mirando televisión, dibujando e imaginando mundos para ella misma. De más grande, esas acciones inocentes mutaron en un interés por la escritura y el cine. En sintonía con esto, el padre del cine Z Ed Wood afirmaba: “Muy en el fondo, todo lo que hago es un vago recuerdo de mis caprichos de la infancia”. Su formación posterior incluyó la licenciatura en dirección de cine en la Universidad del Cine, el programa de cine de la Universidad Torcuato Di Tella y un taller en las Islas Canarias a cargo del gran Werner Herzog, donde dirigió el mencionado corto con su asesoría. También realizó diversos talleres de escritura con Fabián Casas, Iosi Havilio, Agustín Mendilaharzu y Walter Jakob, entre otros.
“Podría decir que me formé principalmente en los rodajes de mis amigos, primero en los cortos que hacíamos en la universidad y después durante el tiempo que hice dirección de arte yendo al set”, comenta Lalor en conversación con Indie Hoy. Durante un tiempo, trabajó como directora de arte para videoclips musicales de Ca7riel & Paco Amoroso, Wos, Julieta Venegas y Chita entre otros. Esto le permitió aprender del oficio y comenzar a desarrollar un camino propio como cineasta. Ahora, dirigir y escribir son las prácticas artísticas que más le interesan. “La dirección de arte es un trabajo durísimo, agotador, y la mayoría de las veces no es tan valorado como debería serlo -agrega-. Admiro muchísimo a los que lo hacen con mucho amor y dedicación como Magui Peralta, Rocco Courboud, Walter Cornás, Juan Cavia, Carmen Rivoira, Ursula Benavidez”.
Entre sus trabajos más destacados se encuentra el videoclip de “No te comas la peli“, de Louta. Cada una de sus escenas podría pensarse como el verso de un poema que mezcla la ternura con el absurdo, con el cantante moviéndose encima de un piano blanco sobre las calles de Buenos Aires y el río. En relación a su vínculo con los músicos, Lalor señala: “Me suele gustar mucho trabajar con músicos. Lo mejor sucede cuando ambos respetamos el trabajo del otro, confiamos”.
Otro proyecto interesante es la sesión en vivo del disco Mojigata de Marilina Bertoldi para Vorterix. Además de hacer foco en la cantante, Lalor parece interesada en todo lo que hay alrededor: un jarrón con flores amarillas, el vestuarista que coloca un collar en el cuello de Bertoldi y el detrás de escena de cada canción. “Algo que me parece esencial es que el video se complemente con la música y que no compitan entre sí -afirma la directora-. Un videoclip es una colaboración, es el músico invitando a expandir algo. Por eso es indispensable hacer que ambas materialidades dialoguen y se entiendan”.
Para la Lalor, la música es uno de los lenguajes artísticos más complejos e interesantes. Le gusta escuchar playlists que arma de acuerdo a sus emociones y proyectos. Todos los días le dedica un tiempo a escuchar alguna canción de Caetano Veloso, entre rutinas laborales a base de Excels y deadlines. En su extensa lista de videoclips favoritos se encuentran “Stranger’s Kiss” de Alex Cameron, “So Hot You’re Hurting My Feelings” de Caroline Polacheck, y “Saint“ de Blood Orange. Además, siempre admiró los videos de Babasónicos y quedó impresionada con la estética de “Human Nature“, “Music“ y “Don’t Tell Me” de Madonna. Del cine le interesa mucho John Cassavetes y algunas imágenes de su trabajo podrían asociarse a escenas del director favorito de Depeche Mode y U2, Anton Corbijn.
La directora francesa Agnès Varda afirmaba que si uno pudiera abrir a las personas, encontraría diversos paisajes. Lucía Lalor pareciera hacer lo mismo con la música. Con cada proyecto audiovisual se compromete a construir imágenes que salen de las canciones, de una melodía. Los diversos paisajes que construye aportan nuevas capas de sentido y prometen un viaje que merece la completa atención de los ojos, los oídos y todo el cuerpo.