Hasta 1966, el LSD circuló en California con total naturalidad, como si se tratara de una ola espumosa que sumergió a la población en un arcoíris de alucinaciones. Se consumía en fiestas, recitales, hasta algunos osados lo probaban antes de entrar a sus trabajos. Las personas experimentaban cambios en la percepción de los colores, estadios de euforia, risas, y como si sus cabezas fueran ecualizadores, podían separar y distinguir cada sonido que salía de una canción. A partir de octubre del mismo año, se restringe el consumo de la droga y la oleada baja, pero desde entonces los artistas californianos intentan recrear los efectos del viaje ácido mediante diferentes prácticas artísticas. En esa tradición se lo puede ubicar a Santiago Pozzi, diseñador argentino que se inspira en la psicodelia para crear coloridos afiches de bandas nacionales e internacionales.
Pozzi nació en Venado Tuerto, en la provincia de Santa Fe. De chico le gustaba dibujar y en su cuarto estaba su modelo preferido: un póster de Snoopy con unas franjas amarillas, rojas, naranjas y violetas. Según el artista, en ese poster estaban presentes todos los elementos que luego formarían parte de su obra. “Quizás en el fondo, mi creación artística es solo un intento de regresar a ese hogar que es la infancia -afirma en conversación con Indie Hoy-. Durante la adolescencia en Pergamino, me pasaba todas las clases en la escuela dibujando en los márgenes de las hojas. Ahí empecé a dibujar tipografías”.
Más tarde estudió Diseño Gráfico en la FADU, mientras que diseñaba flyers para bandas de la escena independiente de Buenos Aires como Los Álamos, Prietto Viaja al Cosmos con Mariano, Doris, El Mató a un Policía Motorizado, entre otros. “La formación académica, la no formal: todo es formación, todo es búsqueda y aprendizaje. En esa época experimentaba copiando el estilo de los afiches de Wes Wilson”, afirma el artista.
En 2010 descubrió la serigrafía, su técnica preferida. “La serigrafía es una técnica muy útil para la reproducción de imágenes a gran tamaño y en colores intensos. Esto permite que el arte, con sus imágenes y mensajes, llegue a más hogares y personas”, dice Pozzi. Realizó un curso y se armó un pequeño taller llamado Imprenta Chimango ubicado en Lomas de Zamora. Esta técnica artesanal se destaca porque permite la producción a gran escala y de alta calidad. No hay necesidad de tener una infraestructura costosa y se puede realizar con pocos recursos, priorizando la autogestión y la independencia.
En 2011, decidido a aprender más sobre la serigrafía, viaja a California y se pone en contacto con todas las personas dedicadas a los afiches e impresiones que conocía. Le contestaron dos pesos pesados de la industria: Chuck Sperry y Ron Donovan, fundadores del estudio The Firehouse, pieza clave que impulsó el nuevo movimiento de posters de rock serigrafiados.
Entre los artistas más destacados con los que trabajaron se encuentran: Pearl Jam, Bob Dylan, Eric Clapton, MGMT, The Black Keys, Iggy Pop, Motörhead, entre muchos otros. “Fue una experiencia muy valiosa -recuerda Pozzi-. Era un aprendiz de artesanos que tuvieron la generosidad de enseñarme su oficio. También pude ver muchos recitales, experimentar San Francisco, ver y participar en exposiciones de carteles, y poder conversar con dos de mis ídolos: Wes Wilson y Victor Moscoso, creadores del afiche psicodélico en los años sesenta”.
Una vez ganado el conocimiento sobre el oficio y la técnica, Pozzi quiso adaptar la influencia de la psicodelia de San Francisco y llevarla a un plano latinoamericano. En un principio experimentó con tramas y motivos mapuches, pero con colores saturados y construyendo una interacción entre la ilustración, la fotografía y la tipografía. “Detrás de todo eso hay una intención de confundir a los sentidos, desarmar el hiper-racionalismo de la modernidad. Sugerir que la realidad como la percibimos es una ilusión, y si la realidad es una ilusión, entonces debe haber un plano de la existencia que escapa a nuestros sentidos. Mi búsqueda artística, es la búsqueda de ese plano”, cuenta Pozzi.
Pozzi tiene un extenso portfolio que incluye a bandas como Queens of the Stone Age, Tame Impala, Yo La Tengo, Pearl Jam. También trabajó con Charly García, Litto Nebbia, Los Espíritus, Delta Venus, Tulús o Morbo y Mambo, entre muchos otros. “Un arte de tapa o un póster, tiene que funcionar como una puerta que te invite a entrar y sumergirte en la música. Ese arte visual no es un fin, es un medio para acceder a la música. Si logra construir esa invitación, entonces su propósito está cumplido” afirma el artista.
Con sus imágenes, Pozzi busca contar una historia, generar un impacto y llamar la atención de quien mira. Además de ser una herramienta de difusión, para el diseñador el poster tiene un valor en sí mismo, a causa de su estética y las capas de sentidos que despliegan las imágenes. No es meramente un producto comercial que se puede adquirir en una tienda: es también un objeto que permite múltiples lecturas sobre el mundo, la música y el arte.
Entre sus últimos proyectos, Pozzi ofició de curador de la exposición “¡Aguzate! La gráfica calidosa de La Linterna” en el Museo Nacional del Grabado. La Linterna es un emblemático taller de impresión tipográfica fundado en 1934 en Cali, ciudad de Colombia, responsable de producir todo tipo de carteles para teatros, conciertos de Elton John, Metallica y Guns N’ Roses en los noventa, estrellas de la salsa como Yuri Buenaventura o Rubén Blades, pero también folletos sindicales, cancioneros y hasta horóscopos. La presencia de Pozzi en el proyecto demuestra su pasión por la cultura de los afiches y las impresiones, además de su necesidad por compartir sus intereses con la mayor cantidad de personas posibles.
Pozzi afirma que no es un creador de imágenes. Le gusta definirse como un descubridor, alguien que acompaña a las ideas hasta que estas tomen rumbo y se desprendan de su mente. En su cosmovisión, el origen de sus creaciones está en un lugar desconocido. En ese sentido se podría asociar la práctica del artista con la de los chamanes: estos captan un estímulo del mundo y lo traducen en una imagen, en otra forma de conocimiento.