El pasado fin de semana, TRImarchi DG abrazó al público que supo construir desde hace 20 años. En esta edición -ubicada en el Estadio Polideportivo de Mar del Plata- se registró un récord de visitantes: más de 9 mil personas fueron parte del evento interdisciplinario que incluyó artes visuales, diseño, animación y música. La programación fue de lo más extensa y diversa: recitales al aire libre, conferencias a cargo de figuras claves del diseño nacional e internacional, fiestas y proyecciones de cortos animados. Estas fueron algunas de las actividades claves en este esperado regreso a la presencialidad.
“La temática de esta edición es el reencuentro, volver a poner en valor a las personas”, afirma Sebastian Valdivia, cofundador de TRImarchi junto a Pablo González. A causa de la pandemia, en los ciclos anteriores se optó por la virtualidad y lejos de significar un obstáculo, este formato abrió un nuevo campo de posibilidades para los artistas y diseñadores. Ahora, acorde a los festejos del aniversario por los 20 años del festival, fue necesario retomar el vínculo cara a cara y dar cuenta de dos décadas dedicadas a visibilizar, reflexionar e incluso cuestionar el panorama del diseño en Latinoamérica y el resto del mundo.
En esta oportunidad, las conferencias a cargo de artistas y referentes del diseño fueron un foco de interés importante: con cada una de ellas el auditorio se llenó de miles de jóvenes que aplaudían y celebraban las historias de vida de figuras como Julia Sbriller, Santiago Carrasquilla y Adam J. Kurtz. Entre los invitados se repetía la idea de aceptar los errores y tomarlos como una brújula para construir una manera de ver el mundo, despojándose de los estilos de moda o las recetas para el éxito. El artista cordobés Elian Chali se rehusó a hablar en términos formales de su práctica artística y reflexionó sobre el trabajo colectivo como vehículo para transformar la realidad. También propuso imaginar a la ciudad -su objeto de trabajo- como una plataforma política y un espacio para reflexionar sobre su propia identidad.
Con una gran dosis de humor e ironía, el estadounidense Hassan Rahim brindó una conferencia a partir de memes que representaban diferentes coordenadas de su carrera: desde la frustración, la alegría, la ansiedad, hasta las responsabilidades y obligaciones que imprimieron el éxito en su vida. Sin formación académica y defensor total de la educación autodidacta, Rahim afirmó que las nuevas generaciones tienen la misión de “derribar todas las categorías artísticas” y olvidarse de las tensiones entre arte y diseño. También invitó al público a borrar sus redes sociales, olvidarse de los likes y obsesionarse con sus intereses, para así ser genuinos y construir una mirada propia.
Otro destacado fue el colombiano Santiago Carrasquilla, fundador del estudio creativo Art Camp y que tuvo el privilegio de trabajar con Thom Yorke en las visuales de su disco Anima. Carrasquilla celebró la posibilidad de compartir ideas junto a su ídolo musical y a su vez destacó la necesidad de realizar proyectos en compañía de los afectos. Con un equipo de amigos fundaron el estudio desde cero, en una casa donde todos vivían y trabajaban aprendiendo a la par.
Además de las conferencias, la música fue un eje central en esta edición de TRImarchi DG. Con un escenario al aire libre, el público pudo disfrutar de los shows de Anyi, Fonso, Lara91k, Intendente, y el domingo, a modo de cierre, de un potente show a cargo de Las Ligas Menores, los cuales generaron un clima de fiesta que tuvo al público totalmente encendido mientras cantaban las letras a todo volumen. A su vez, en otro sector del Polideportivo estaba la propuesta denominada Sótano, un espacio dedicado a la experimentación con el trap, el techno y el house a cargo de DJs y músicos alternativos como La Muerte, Coreangel Joaquín Catriel y Sexosentido, entre otros.
Por si fuera poco, la programación del festival se extendió hacia otros lugares icónicos de Mar del Plata como el Museo Mar, donde hubo proyecciones curadas por el colectivo Fotosfera, o el Club Tri con una extensa agenda de shows musicales y jams de DJs. Estas denominadas previas proponían diferentes puntos de encuentros durante la noche: un baile de disfraces en los silos a cargo de Alejandro Ros, un show de La Banda del V.I.P. y fiestas lideradas por DJs Pareja, DJ Alien con visuales de Serpiente Roja y C.L.A.U.S.T.R.O.
La celebración por el aniversario del festival no escatimó en actividades y diversos estímulos para todo el público: desde una gran feria gráfica adentro y afuera del Polideportivo, hasta cortos animados con curaduría de BitBang. Recorrer el espacio implicaba adentrarse en el mundo del diseño, el arte y la música, ya no como público sino como parte de una gran comunidad que busca generar nuevos espacios de visibilidad para talentos consagrados y emergentes.
Durante el cierre final, Seba Acampante y Pablo González comentaron la idea inicial de cerrar el festival una vez pasado los 20 años, pero su alianza con la plataforma Domestika y la necesidad de generar una comunidad aún más global hizo que modificaran el plan: el próximo paso será construir una edición de TRImarchi DG en Madrid. “Muchas veces traemos data de otras partes del mundo y ahora la idea es llevar a nuestros talentos latinoamericanos hacia otros lugares”, afirma Acampante. En Mar del Plata los próximos encuentros tendrán formato de bienal y el objetivo será intercalarlos: un año en Argentina y el siguiente en otro país. Entre emoción, lágrimas y un caluroso aplauso, quedó claro que todavía queda mucho para explorar y que la gente necesita de TRImarchi como nunca antes.