El trío oriundo de Bariloche pero asentado en La Plata, Nunca fui a un parque de diversiones, estrenó hace unos días el sencillo “Doggy“.
En sus casi cinco minutos de duración, la canción se vale del reggae, trap, reguetón, zamba y autotune para describir un romance gay en un entorno machista. Los protagonistas de ese amor le hacen frente al escenario opresor a través del baile: perreando a plena luz del día.
Ya disponible en plataformas de streaming, la canción vino acompañada de su videoclip oficial, dirigido por la productora Parquee y que podés ver al final de este texto.
Nunca fui a un parque de diversiones está integrado por los hermanos Manc Le Blanc (guitarra, sintetizadores y voz) y Antuantu (batería, procesadores, voz); y Joshua Zenz (bajo). Según un comunicado de prensa, este año editarán varios singles -cada uno acompañado por su videoclip- que completarán un EP.