¿Tenés ganas de disfrutar de una película y no sabés cuál elegir? ¿Querés desconectar del mundo real con un film pero no tenés ganas de invertir valioso tiempo en bucear por el catálogo de Netflix?
No te preocupes. Tenemos la solución para vos: tres largometrajes de los más vistos en este momento en la plataforma de la compañía de la N roja.
Muerte al 2020
2020 – Dir: Al Campbell, Alice Mathias
2020: un año destacado por traernos eventos relacionados con la pandemia COVID-19, entre otros temas horrorosos. Un año que ni siquiera los creadores de Black Mirror pudieron haberlo inventado. Pero eso no significa que no tengan algo que agregar.
Muerte al 2020 es un especial de estilo documental histórico que une algunas de las voces más (ficticias) de renombre del mundo con imágenes de archivo de la vida real que abarcan los últimos doce caóticos meses.
Con una serie de caras reconocibles a lo largo del episodio como la de Samuel L. Jackson, Lisa Kudrow, Hugh Grant, Tracy Ullman, Kumail Nanjiani y Diane Morgan, entre otros, se proporcionarán una mezcla de bocetos ficticios y monólogos mientras discuten y teorizan todos los eventos del peor año que podamos recordar.
2012
2009 – Dir: Roland Emmerich
En 2008, el presidente americano (Danny Glover) convoca una reunión de emergencia con las principales potencias para hablar sobre un gran peligro para la humanidad. Los años pasan y con la proximidad del 2012, las autoridades deciden que deben evitar de alguna manera lo que podría ser el fin del mundo. Para ello, ponen en práctica el plan iniciado años atrás por los científicos Adrian Helmsley (Chiwetel Ejiofor) y Carl Anheuser (Oliver Platt).
Mientras tanto, el escritor Jackson Curtis (John Cusack) continúa su vida como marido separado y padre de dos hijos. Trabaja como conductor de limusinas y tiene que soportar diariamente los reproches de su exesposa (Amanda Peet).
Un día, cuando lleva a sus hijos a dar un paseo, Jackson descubre los primeros síntomas de la destrucción del planeta.
Drácula, la historia jamás contada
2014 – Dir: Gary Shore
En el siglo XV, el temido Vlad Draculea (Luke Evans) es el príncipe de Valaquia y Transilvania, quien ha buscado dejar de ser conocido como el guerrero más temible, para ser reconocido como un noble gobernante. Pero sus planes cambian de dirección cuando se niega a una petición de Mehmed II (Dominic Cooper), sultán del Imperio otomano, para entregar a mil niños para ser convertidos en unidades de infantería conocidos como jenízaros.
El rechazo a la orden del sultán es considerado como una declaración de guerra y entendiendo que su pueblo no tiene forma de enfrentar a las hordas preparadas de combatientes otomanos, Vlad visita una misteriosa cueva donde hace un pacto con un ser diabólico que se oculta en su interior, con lo que obtiene sus habilidades para combatir, incluyendo gran velocidad y fuerza, con una advertencia: debe evitar la sangre humana por 72 horas o caerá una terrible maldición sobre él.