El Dogma 95 fue uno de los últimos grandes movimientos del cine. En una búsqueda de la “pureza” del cine fuera de todos los artificios que planteaba Hollywood, especialmente a partir de la década del 80, los cineastas daneses Lars von Trier y Thomas Vinterberg impulsaron esta idea vanguardista que tuvo una breve duración aunque un fuerte impacto.
Fundado en 1995, el movimiento contaba con una serie de reglas que fueron aunadas bajo el título “Voto de castidad”: la prohibición de usar iluminación artificial y la obligación de filmar en locaciones reales, no en sets. Además, el sonido debía ser directo y los cineastas debían rodar con cámara en mano sin firmar sus películas.
Si bien estas y el resto de las reglas que componían el “voto de castidad” hicieron que el movimiento durara poco y sus propios fundadores comenzaran a hacer cine valiéndose de artificios, existieron un puñado de títulos que prueban que pueden hacerse películas de manera austera y con el mínimo de condiciones. A continuación, 5 títulos clave del Dogma 95.
La celebración (Thomas Vinterberg, 1998)
Esta se considera la primera película del Dogma 95 y fue rodada enteramente en una casona para mostrar la reunión de una familia a propósito del cumpleaños del abuelo. A partir de la llegada de los invitados, las miserias, los secretos y las malas relaciones entre familiares se van desatando hasta llegar a un clímax de total violencia, descontrol y bestialidad.
Los idiotas (Lars von Trier, 1998)
Esta película también se ubica como una de las fundadoras del movimiento y representa uno de los films más arriesgados de Von Trier. El film muestra una comunidad de personas que se comportan como deficientes mentales y logran deshacerse de las imposiciones de la civilización y la vida dentro del sistema. Se trata de una verdadera provocación, tanto desde las actuaciones, las imágenes y las elecciones técnicas.
Open Hearts (Susanne Bier, 2002)
Desde el despojo y el minimalismo propuesto por el manifiesto del Dogma 95 se estrenó Open Hearts, un film protagonizado por Mads Mikkelsen que aborda el drama de un hombre que ha quedado paralizado luego de un accidente automovilístico. A diferencia de Los idiotas, este film sí da una importancia medular a la trama y al guion.
Julien Donkey-Boy (Harmony Korine, 1999)
Desde Estados Unidos, el director Harmony Korine también puso en práctica los postulados del Dogma 95. En Julien Donkey-Boy, Korine aborda la vida de un joven esquizofrénico y su entorno familiar caótico. Esta sería la primera película del Dogma 95 en realizarse fuera de Europa y la sexta del movimiento.
Mifune’s Last Song (Søren Kragh-Jacobsen, 1999)
Esta película -una comedia romántica- no solo fue la tercera en realizarse bajo el manifiesto del Dogma 95 sino que también logró ser un verdadero éxito, tanto dentro de Dinamarca como internacionalmente.