Airplane!, o Y, ¿Dónde está el piloto? podría catalogar como una de las películas más graciosas que hayamos visto. Esta comedia de 1980 se ubica como uno los films más celebrados del género y ocupa un privilegiado lugar entre los films de culto nacidos en aquella prolífica década para el cine. Airplane! celebra su 40 aniversario y aquí repasamos algunos de los aspectos más interesantes de la película que no deja de ser citada en la cultura popular.
Dirigida por Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker la película es una gran parodia de films de la década anterior. No solo se mofa del cine catástrofe que vio su auge en los 70 sino que también se toma el tiempo para ridiculizar a la música disco y la famosa escena de Saturday Night Fever y sus ampulosas coreografías. En Airplane! todo funciona como en un mundo paralelo donde reina el absurdo y se suceden gags como una catarata irrefrenable.
La trama del film se parece a muchas películas que hayamos visto: en un avión hacia Chicago, los pasajeros y tripulación empiezan a sufrir extraños síntomas causados por la comida en mal estado. Entre una azafata, un ex combatiente y un médico intentarán salvar el accidentado vuelo. Con una acción que ocurre casi completa dentro del avión, se desatarán las situaciones más inverosímiles que permiten a la narración abordar la crítica social, el racismo y abordar la catástrofe desde la comicidad.
El film no nos permite sacar la vista de la pantalla y nos arrolla con sus incontables gags, que gozan de una incorrección política que hacen de esta película tan especial. Muchos de los rasgos expuestos en Airplane! sirvieron para forjar lo que más adelante sería la Nueva Comedia Americana, sembrando un nuevo estilo de comedia en Hollywood. Suicidios, drogas, sexo con muñecos inflables, niños enfermos y demás temas tabú se exponen con irreverencia en la diégesis de esta película que incomoda al espectador sobre todo desde la seriedad que tienen los personajes para accionar y reaccionar. En este absurdo mundo paralelo, que escapa a cualquier lógica y sentido común, los personajes se mueven fuera de los cánones de la normalidad pero todos comparten un código. Las situaciones son tan irreales como desopilantes.
El heroísmo y la reciente guerra son tratados aquí sin solemnidad, solo construyen a un protagonista dudoso y carente de los rasgos clásicos de un héroe. Airplane! fue tomada casi a rajatabla del film Zero Hour!, de la cual Abrahams y los Zucker compraron los derechos para poder jugar con la trama y las referencias de manera libre y novedosa.
La comedia que se pone en juego aquí hace uso del slapstick, de los gags idiomáticos y del humor negro a destajo. Para que esto funcione de maravilla la película cuenta con un elenco de lujo: un Leslie Nielsen en todo su esplendor, en el papel del médico que no hace nada por sus pacientes; Robert Hays en el rol protagónico buscando recuperar al amor de su vida, aburriendo a los pasajeros con su historia de desamor y buscando sanar sus heridas de guerra; Julie Hagerty como la azafata que decide seguir adelante de una relación fallida, tierna y con actitud maternal pero que se propone como una de las heroínas del film. Un personaje importante es el del basquetbolista Kareem Abdul-Jabbar quien se interpreta a sí mismo y también a un copiloto. Este elemento es uno de los que será tomados por la nueva ola de la comedia en Hollywood como sucede en Trainwreck de Judd Apatow con el deportista LeBron James.
Airplane! es un film ineludible de la cultura pop. Película familiera para los domingos, comedia adulta de irreverencia sin precedentes y una perfecta amalgama de entretenimiento y crítica filosa. Su herencia está presente en gran parte de la comedia que la sucedió e incluso en otros géneros cinematográficos.