Dry Martina
Che Sandoval – Sección: Competencia internacional
Esta comedia co-producida entre Chile y Argentina con ciertas vetas dramáticas gira alrededor de Martina, una ex cantante argentina que ve su regreso a la música en jaque cuando aparece una mujer que dice ser su media hermana. Es así entonces que emprenderá un viaje a Chile (de allí es su supuesta hermana) redescubriendo su propia sexualidad con un hombre que conoce de casualidad. Este viaje sin duda cambiará las perspectivas de Martina, quien es una mujer decidida pero que se deja llevar por sus impulsos (siempre abierta a lo incierto y a lo que podría pasar) y eso es lo que la hará tomar decisiones apresuradas pero que obviamente traerán aparejadas situaciones cómicas realmente buenas, dadas también por unos diálogos impecables y efectivos. La historia escrita por Sandoval es colorida y dice las cosas que quiere decir directamente sin ningún tipo de condicionamiento y también de mostrar lo que quiere mostrar es transparente como sus propios personajes. El aire nostálgico que invadirá esta historia promediando su final es realmente un acierto, porque no peca de excesivo y se mezcla directo con esas situaciones hilarantes y cómicas siempre. Sin duda, se trata de una gran película justa en su concepción pero librada al azar en cuanto a su historia, un gran acierto en la competencia internacional. – Luis Mendoza
Flora no es un canto a la vida
Iair Said – Sección: Competencia argentina
En este documental que parece frívolo en su apreciación superficial, ya que se trata de los acercamientos del director a su tía abuela Flora para quedarse con su departamento una vez que muera, hay algo más, que es lo que en verdad importa. Es en el mar donde se sumerge la película, que detrás de las arrugas amargadas de una señora que habla todo el tiempo de la muerte, se esconden pequeñas sonrisas, que en principio se resisten a salir. Quizás es por eso que son más llegadoras. Flora todo el tiempo se quiere morir y demuestra enojo, planea su defunción, pero es un libro abierto con otro tipo de sabiduría. Este documental genera un retrato tanto de Flora, como de su director, quien empieza a conocer a su personaje y poco a poco se va fascinando, porque va encontrando una Flora que pocos ven. La premisa se abre a tal punto que parece más importante conseguir la película que conseguir el departamento. – Juampa Barbero
From Where We’ve Fallen
Wang Feifei – Sección: Competencia internacional
Este complejo drama chino cuenta la historia del viaje que emprenden dos amantes a un lugar chino frente a la costa japonesa. El punto de partida inicial es una escena en la que ellos viajan en un auto, sin hablarse demasiado ya que la relación es tirante, tensa y lo que ocurrirá después lo deberá armar (o rearmar) el espectador. El film entonces abre varios caminos a diversas interpretaciones con varias historias que se entrecruzan, la de los amantes, la de un hombre que esculpe, comercia piedras preciosas y que le prepara a su amigo unos zapatos de cristal para su futura mujer, un posterior suicidio, un extraño brazalete y un hombre impostor, entre otras. La trama, entonces, se torna confusa desde un principio y no sabremos a ciencia cierta cuántos saltos temporales tiene realmente, pero nos devolverá grandes momentos dramáticos, tensos, acompañados con muy buenas actuaciones y cierta poética en sus imágenes. Sin duda, el film de Feifei es bello pero su narrativa es compleja y difícil de entender, es una especie de rompecabezas que empieza a armarse de a poco pero con grandes dificultades y sin embargo, cuando termine, tendremos la sensación de que algunas piezas quedaron desacomodadas. – Luis Mendoza
Kuso
Flying Lotus – Sección: Nocturna
Kuso es la ópera prima de Flying Lotus, el dj trastornado que mucha gente pudo disfrutar detrás de una pantalla (literalmente) antes del recital de Radiohead. Pero en esta película nos muestra su lado más grosero con la divina intención de hacer vomitar al espectador. No sería muy alocado que suceda, ya que en la película, los vómitos abundan como cualquier tipo de excreción. Flying Lotus se propone contar a través de distintas historias, una especie de distopía donde el futuro no es lo esperado y el humano llega a convivir en ese límite que atraviesa lo desagradable. Su director nos muestra todo el tiempo eso que no queremos ver como espectador, eso que nos recuerda que somos seres con fecha de vencimiento, eso que se nos pudre por dentro de nuestros cuerpos. Todo esto a una velocidad cardíaca, que como en la música, Flying Lotus también experimenta en el montaje audiovisual: por momentos se vuelve psicodélico, debido a la utilización de varios recursos coloridos y formatos superpuestos. – Juampa Barbero