Seguí nuestra cobertura del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2020 en este enlace.
Las siamesas
Dir: Paula Hernández – Selección Oficial Fuera de Competencia
Una hija emocionalmente agotada (Valeria Lois) y una madre con miedo a todo (Rita Cortese) viajan a Necochea a inspeccionar dos departamentos que “Estelita” -como la llama su madre- ha heredado. La madre tiene la necesidad de decir todo lo que piensa, y todo lo que piensa es hiriente, pesimista o frustrante. La hija la soporta, la atiende, la cuida como si fuera de cristal. La nueva entrega de la directora de Los Sonámbulos -ahora camino a los Oscars– retrata con extrema sensibilidad y detalle el vínculo materno, los fracasos personales y los remordimientos que se cubren de polvo con el tiempo, cambiando nuestro carácter y las formas de relacionarnos. Todas las madres y todas las hijas verán en este par ejemplar de actrices alguna situación común; y es que el cine -cuando es honesto, cuando no intenta ser más de lo que cuenta- se vuelve catapulta de una sorpresa, un giro o una revelación personal. En un mambo de asfixia y sobreprotección, un arte cargado de estampas y colores y planos bien cerraditos sobre sus protagonistas, Cortese y Lois juegan a ser pájaros encerrados tras haberse cortado sus propias alas. – Melina Storani
Edición ilimitada
Dir: Santiago Loza, Romina Paula, Edgardo Cozarinsky, Virginia Cosin – Selección oficial fuera de competencia
Diego Dubcovsky -productor, gestor y “pegamento” de este proyecto- convoca a cuatro directores/escritores/artistas -dos hombres y dos mujeres- a plantear cuestiones sobre el arte en general y la literatura en particular. La lectura y la escritura cobran vital importancia a la hora de construir el hilo conductor que amalgama los cuatro capítulos entre sí, a partir de cuatro perspectivas tan diversas como resultan en su conjunto las de Edgardo Cozarinsky, Santiago Loza, Virginia Cosin y Romina Paula. Una escena con dejo de Kubrick, el humor acogedor de Loza, la agudeza del off de Cosin y varias mamushkas narrativas de Paula se convierten en un cadáver exquisito con toques de comedia, desdramatizando, poniendo en valor, discutiendo o tan solo explorando alguna arista del teatro, el cine y la literatura. Cada subparte funciona como una unidad en sí misma, estética y narrativamente, pero que juntas proponen una versión lúdica y humana de la enseñanza, el paso del tiempo y las contrariedades de la vida en el arte. – Melina Storani
Fauna
Nicolás Pereda – Competencia latinoamericana
Al igual que Isabella de Piñeiro, Fauna del director mexicano Nicolás Pereda es otro ejercicio en metaficción con actores en su centro y una narrativa entreverada. Pero en contraste a la no linealidad de Piñeiro, Pereda adopta una estructura bipartita. La primera mitad de Fauna es una comedia ácida en clave deadpan: Paco (Francisco Barreiro) y Luisa (Luisa Pardo), una pareja de intérpretes, viajan al pueblo natal de ella para que él conozca a sus suegros. Lo que se desata es un crescendo de incomodidad, que culmina en una escena donde se le exige a Paco que recite una escena sin diálogos de Narcos (tanto el personaje como Barreiro conforman el elenco de la serie). A partir de eso, la película se desdobla como si se tratara de una de Kiarostami: lo que sigue es un relato dentro del relato en donde el mismo elenco cambia de roles. Hay un subtexto sobre la realidad sociopolítica de México que permea todo el visionado de Fauna, pero la mayor destreza del filme es la poca solemnidad con que se toma a sí misma. El mejor momento: cuando Luisa se queda corta interpretando una escena de Autumn Sonata y su madre en un intento le pasa el trapo. – Bartolomé Armentano
Lúa Vermella
Dir: Lois Patiño – Competencia Estados alterados
Durante la primera parte de la película es complicado asimilar con claridad hacia dónde se dirige, pero sin embargo hay algo en su ambigüedad que sugiere no desesperarnos e invita a, en cambio, incomodarnos. Lúa Vermella hace un retrato de un pueblo costero que se encuentra detenido en el tiempo, sus habitantes parecen petrificados e inmiscuidos en un trance silencioso a partir de la desaparición de un marinero que no ha dejado rastros por ninguna parte. La falta de respuestas se compensa con una fotografía impactante y un sonido envolvente que nos permite naufragar en el dilema de si a su discernimiento se llega con el razonamiento o con la destrucción de sus ataduras. Una película como la de Lois Patiño se aprecia realmente cuando nos corremos del lugar habitual y nos dejamos impresionar por sus efectos colaterales. Y ahí sí, despojándonos de todo tipo de reglas inherentes al cine más convencional, Lúa Vermella revela su verdadera identidad: una experiencia hipnótica análoga a la materia de los sueños, capaz de cautivar con su meditación sobre el reino de los vivos y el de los muertos. – Juampa Barbero
Shiva Baby
Dir: Emma Seligman – Competencia internacional
Este drama liviano canadiense-norteamericano es bien de la cultura pop; tiene nudes, bisexualidad, madres open-mind y princesas “shiksas” en el seno de una shiva -el duelo judío – donde abundan la gente y las comidas típicas. En clave feminista, la película transcurre en una sola locación -la casa de la difunta- y está centrada en la adolescente Danielle que, a pedido de su madre, acude a la shiva luego de haber tenido sexo con un sugar daddy. Con una cámara que persigue a la protagonista muy de cerca a través de la casa, Shiva Baby es un relato que aumenta su tensión poco a poco, acompañada de una banda sonora de cuerdas que se retuercen en las escenas donde algo está a punto de revelarse. Los personajes son frescos, a pesar de responder a ciertos estereotipos, y se van presentando a lo largo de todo el relato, estableciendo una suerte de narrativa casi coral, donde se van descubriendo las ilusiones, las peleas y las mentiras. El sentido de comunidad y de pertenencia se entremezclan con el estilo de vida de las generaciones más jóvenes -la empatía, la seguridad, la apertura- y, sobre el final, una van repleta de pasajeros resume todas las ironías del día. – Melina Storani