Seguí nuestra cobertura del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2019 en este enlace.
Demonic
2018 – Dir: Pia Borg. Australia. Sección: Competencia Estados Alterados.
La australiana directora de cortometrajes, Pia Borg, está presente en esta edición del Festival con Demonic, un documental que combina múltiples lenguajes audiovisuales para hacer un repaso por la ola de demonismo que azotó a los Estados Unidos -y se extendió al resto del mundo- en los años 80. A través de ficcionalizaciones, testimonios y hasta increíbles secuencias de CGI (Computer Generated Imagery), la directora se basa en algunos casos reales emblemáticos de la época para presentar varias aristas de un mismo tema: los abusos infantiles, el rol de la Iglesia y la prensa, los cultos satánicos y el fenómeno de la memoria recuperada. Algunas de las escenas están acompañadas por sesiones de terapia en off, donde algunas víctimas recuperan recuerdos de la infancia que incluyen desde sacrificios de animales hasta violaciones colectivas en torno a rituales demoníacos. El clima que generan imagen y sonido -a veces, contrapuestos- resulta tensionante, generando momentos de real suspenso. Con este salpicón de tópicos y estéticas, Demonic abre nuevamente el interrogante en torno a una problemática compleja para que el espectador intente sacar sus propias conclusiones a partir de lo que se sucede en pantalla. – Melina Storani
Sete anos em maio
2019. Dir: Affonso Uchôa. Brasil. Sección: Competencia Estados Alterados.
Pocas películas tienen un claro posicionamiento frente a temas controversiales, sobre todo si son del ámbito político-social y si involucran fenómenos como el abuso policial. Esta película brasileña capta las historias de dos jóvenes marginales que cuentan en primera persona -iluminados por un fuego compartido, en la oscuridad de una favela- sus brutales experiencias con las fuerzas del orden. De carácter intimista pero de crudeza absoluta, Sete anos em maio habla de las consecuencias que semejantes episodios dejan en una persona desprotegida y de cómo ese padecimiento condena a las víctimas a un futuro muchísimo peor. Lejos de hacer de la favela un escenario pintoresco para contar una buena historia, Affonso Uchôa pone la cámara a disposición de los jóvenes para evidenciar un patrón, una verdadera problemática para la que nadie parece tener la solución. Las voces en un primerísimo plano sonoro hace que los relatos se tornen hipnóticos y el nivel de detalle de las narraciones obliga a que el espectador se imagine la terrible secuencia, mirando a los ojos al protagonista. Con momentos símil documental (cámara en mano, luz disponible y encuadres no académicos) combinados con escenas surrealistas, Sete anos… habla de la justicia, de la violación de los derechos humanos, de la discriminación, las drogas y el abuso de poder, con una secuencia final muy potente -tanto a nivel conceptual como plástico -donde, al final, lxs muertxs prevalecen. – Melina Storani
El cuidado de los otros
2019. Dir: Mariano González. Argentina. Sección: Competencia Internacional
El nuevo trabajo de Mariano González retrata los desesperantes días de Luisa (Sofía Gala), quien entre turnos de diferentes trabajos vive la incertidumbre y el miedo a partir de un desafortunado hecho. Muy al estilo de Por tu culpa (2010) de Anahí Berneri, el film retrata las consecuencias de un accidente que no se explicita en ningún momento. Un niño, Felipe, al cuidado de Luisa, aparentemente consume alguna droga que encuentra en la billetera del novio de Luisa. Luego de que el niño corre peligro de muerte, Luisa entra en un torbellino moral y de culpas en el que suma al espectador. Son tantas las piezas y los adultos involucrados, es tanta la cotidianidad y es todo tan posible que el director logra construir una tensión apresante. Mientras Luisa va y viene en su bicicleta, tal como dice la canción de Las Ex con la que termina el film, su rostro revela las elucubraciones que desata la casi tragedia. Su vida cotidiana y cubierta casi completamente por el trabajo, elemento fundamental en el film, se ve radicalmente modificada, haciendo extraordinario lo ordinario.González construye astutamente lo cotidiano desde un realismo sincero y con rasgos de cine europeo: la cámara capta la artesanía, la rutina y el cansancio. Gala se desenvuelve en una de sus mejores actuaciones, explotando al máximo una interpretación naturalista que alcanza un impacto más que dramático. – Julieta Aiello