Con El cambio de guardia, Martín Farina vuelve a poner de manifiesto su gran capacidad para observar. Se zambulle en lo cotidiano y logra pasar inadvertido, mientras todo fluye a su alrededor con total naturalidad. Es que hay en el cine de Farina un profundo respeto por aquello que observa; lo hace sin imponer nada, construye a medida que el entorno revela.
En esta oportunidad, Farina registró durante casi una década al grupo de amigos de su padre. Hoy andan por los 60, pero se conocen desde que tenían 18 años, cuando hicieron juntos el servicio militar allá por el 77, en los comienzos de la dictadura. Fueron parte del Regimiento de Patricios, y desde entonces, todos los años se reúnen para presenciar la tradicional ceremonia de cambio de guardia que se realiza frente al Cabildo. También tienen otros rituales como juntarse a comer asado, celebrar cumpleaños, o cualquier otro evento que sirva como excusa para verse. Y por supuesto, tienen un grupo de WhatsApp para saber en qué anda cada uno, incluso aquel compañero que vive hace ya varios años en Estados Unidos. Pero uno de ellos, Juan, está “borrado”. Hace tiempo que no aparece ni responde los mensajes, y es en torno a ese desconcierto, a la incomodidad de esa ausencia que empiezan a desplegarse los vínculos y las singularidades de este universo puramente masculino. Hasta que un día Juan decide volver. El vacío se llena, el grupo se resignifica, y con él, la mirada de Farina.
Los encuentros ahora tienen una cuota extra de fraternidad y alegría en torno al recién llegado, pero pronto empiezan a aflorar las diferencias políticas. Esa amistad nació de un contexto complejo y tal vez por ello se volvió inquebrantable, pero así y todo no puede escaparle a la “grieta”, tan encarnada en nuestra sociedad, y que Farina retrata aquí sin sutilezas, con una transparencia y frontalidad poco vistas en la pantalla grande. A veces los desacuerdos se manifiestan con vehemencia, pero de una u otra manera prevalece el afecto, y el humor termina ganándole a lo irreconciliable. Más que tomar posición, Farina invita cálidamente al espectador a reflejarse en estos seis personajes entrañables que, a corazón abierto y sin hermetismos, entregan la más fiel descripción de lo que significa ser argentino.
El cambio de guardia, de Martín Farina
2024 – Argentina
Sección: Competencia oficial argentina
Seguí la cobertura del 25 Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente en este enlace.