El cine de Yorgos Lanthimos es uno de los más interesantes y contestatarios de la actualidad, pues versa sobre aquello de lo que no podemos escapar: la condición humana. A lo largo de su filmografía asistimos a la originalidad con la que plantea las relaciones humanas, los vínculos familiares, de pareja, laborales y más. Aunque siempre es desde el extrañamiento y presentando situaciones poco probables en el plano de lo real, permiten exhibir de manera exacerbada la condición humana en la posmodernidad.
Luego de la ambiciosa Pobres criaturas, el director vuelve al tono desesperante de películas anteriores como La langosta, Canino y El sacrificio del ciervo sagrado. Sin embargo, en Tipos de gentileza deja lugar a la comedia. Su nueva cinta está conformada por tres historias que cuentan con los mismos actores -Emma Stone, Willem Dafoe y Jesse Plemons- interpretando “diferentes” personajes. Pero no es una antología, sino que estaríamos frente a un mismo relato.
En esta película Lanthimos se mete con el humano y las divinidades. Como en la mitología griega, en estos relatos conviven “dioses” y humanos y las jerarquías están fuertemente delineadas. Con una atmósfera sofocante conocemos la historia de personajes que están prisioneros de algún tipo de sistema: un “jefe” déspota que domina la vida entera de sus subordinados; un hombre “apresado” en su propia casa con una mujer que simula ser su esposa, y una mujer que responde a un demiurgo que la somete a realizar diferentes tipos de trabajos.
El cine de Lanthimos suele funcionar del mismo modo que la ciencia ficción en términos del impacto que tiene en el espectador: lo que vemos nos produce el horror de lo hiperbólico, hasta que caemos en la cuenta que estamos frente a una “exageración” de nosotros mismos. Estos sistemas y figuras despóticas que someten y dominan al resto de los personajes no son tan diferentes que ciertos gobiernos, empresas, jefes laborales, parejas o incluso padres y madres.
Algo que comparten casi todos los personajes de Lanthimos y en especial los de Tipos de gentileza es la progresiva pérdida de la humanidad para mutar hacia la bestialidad, como si se tratara de una de las obras más representativas del Teatro del Absurdo, Esperando a Godot de Samuel Beckett, donde los personajes pierden miembros de su cuerpo, dejan de estar erguidos y finalizan en el suelo en esta espera interminable de quien podría ser Dios.
Tipos de gentileza es una película incómoda por sus palabras, por las realidades insólitas de los personajes y las decisiones que toman. No tiene la grandilocuencia visual de Pobres criaturas, pues más bien vuelve a los orígenes más fríos de Lanthimos, a personajes con una expresividad alterada y al relato con un final feliz en su superficie pero que nos deja un sabor amargo y nos produce una incómoda mueca.
Tipos de gentileza está en cines.