En 2016 se estrenó Rogue One: Una historia de Star Wars, un spin-off de la famosa saga que resultó un verdadero éxito. Dirigido por Gareth Edwards, el film presentó novedades dentro del universo de George Lucas y regaló a los fans momentos icónicos y retornos de personajes clave como Darth Vader. Hacia el final del film, el famoso villano hace una inesperada aparición, pero esto no estaba planeado en la idea original sino que surgió en pleno rodaje, tal como comentó el director a Fandango.
Hablando de esta escena en la que Vader se enfrenta a un grupo de rebeldes en el pasillo de la nave y los combate con su sable de luz, Edwards explicó: “Él llega, borra la nave Calamari y persigue al corredor de bloqueo. Luego Jazeb dijo: ‘Creo que necesitamos tener a Darth en esa nave’ y pensé que era una idea brillante, que me encantaría hacerla pero no había manera de que nos dejaran”. Poco tiempo antes del estreno, esta escena parecía incompleta a los ojos del director, por lo que Jazeb decidió hablar con la producción y consiguieron luz verde para poder rodarla.
Una corazonada que salió muy bien
“Porque era mi última chance de hacer Star Wars y porque sabes que es el final, fuimos muy cuidadosos con la escena. Hicimos el story board de absolutamente todo y tratamos de no tener arrepentimientos”, explicó el director sobre cómo pusieron manos a la obra solo cuatro meses antes de la fecha pactada para el estreno.
Finalmente, esta escena nacida de una corazonada fue una de las más recordadas de la película. Al ver el resultado final sabían que había sido una atinada decisión que fascinaría a los fans: “Simplemente se sintió correcto. Ese corredor está entre los grandes éxitos de Darth Vader. Y nosotros no queríamos hacer nada que no se lo haya visto hacer antes, para no causar rechazo en la gente. Lo mantuvimos dentro de lo establecido”.