Cada tanto, una película original de Netflix desata un gran furor. Por ejemplo, a finales del año pasado, Bird Box batió récords de audiencia pero fue destrozada por la crítica de manera casi unánime.
Pues bien, por estos días la película más comentada en esa plataforma de streaming es Fractured, un obra de suspenso dirigida por Brad Anderson y guionada por Alan B. McElroy. Su trama cuenta la historia de de Ray (Sam Worthington), un hombre que ingresa a un hospital junto a su esposa Joanne (Lily Rabe) y la pequeña Peri (Lucy Capri). Ellos llevan de urgencia a la niña que acaba de resultar herida en un accidente. Tanto Joanne como la menor son separadas de Ray con la excusa de la realización de varias pruebas médicas.
Sin embargo, lo que parecía un procedimiento normal empieza a tardar demasiado y Ray acude a la administración del lugar para preguntar cómo va la revisión de su hija. La respuesta lo deja totalmente descolocado, pues según los registros del hospital, ninguna de las dos entró en ese lugar y nadie recuerda haberlas visto. Se desarrollan entonces muchas secuencias de pánico, angustia y confusión.
El protagonista intentará encontrar a su familia mientras que lo acechan las dudas sobre su propia existencia. Como consecuencia, el público se debatirá entre quienes piensan que Ray está loco y se imaginó todo y quienes creen que se trata de un complot para raptar a ambas mujeres sin dejar rastros.
Hasta ahora, el filme cosecha reseñas mixtas que parecen dan a entender que es un thriller promedio que no deslumbra, pero vale la pena mirar.