J. K. Rowling continúa activa durante esta cuarentena: después de liberar los derechos de Harry Potter y de presentar Harry Potter at Home, una plataforma con actividades para que los más chicos se entretengan durante el confinamiento, la escritora volvió a ser noticia ya que decidió comprar la casa en la que se crió, mismo lugar en el que nacieron sus primeras ideas para las aventuras del joven hechicero.
El inmueble en cuestión es un idílico cottage ubicado en Tutshill, un pueblo en el Bosque de Dean del condado de Gloucestershire, en Inglaterra, y el valor por el cual la autora y su marido lo sumaron a su patrimonio fue de 400 mil libras (algo así como uno 460 mil euros).
La también productora, guionista y filántropa vivió en esa casa entre los 9 y los 18 años, y dado que su madre era directora de la Wyedean School, Joanne (nombre de pila de la inglesa) comenzó a asistir allí, donde se cree que se fijó en los chicos y profesores para inspirarse y crear a los personajes del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Según se conoció, Rowling le compró la propiedad (en la que todavía está el graffitti que ella pintó ahí, que dice “Joanne Rowling slept here, circa 1982”, es decir, “Joanne Rowling durmió aquí, cerca de 1982”) al productor de la BBC, Julian Mercer, quien había hecho lo propio con a la familia de la escritora en el año 1995.