Joel Coen se lanza por primera vez solo en la dirección. El film, del que se viene hablando desde hace un tiempo, se titula The Tragedy of Macbeth y se basa en la tragedia de Shakespeare.
Luego de trabajar durante años codo a codo con su hermano Ethan, esta será un pieza singular en la que veremos cómo se diferencia de la exitosa fórmula junto a él. La película estará protagonizada por Denzel Washington y la infaltable Frances McDormand, también esposa del director. Con la producción de A24, el panorama no es más que prometedor.
Washington tuvo el desafío de ponerse en la piel de Macbeth, mientras que McDormand asumió el rol de Lady Macbeth. Otros actores que forman parte del elenco son Brendan Gleeson como el Rey Duncan y Corey Hawkins como Macduff.
Según lo comentado por la vestuarista Mary Zophres, la película fue rodada enteramente en blanco y negro. Zophres ha trabajado en variadas ocasiones junto a los hermanos, pero admite que trabajar sin Ethan ha sido “decididamente diferente”.
Por su parte, el propio Joel anticipó que The Tragedy of Macbeth será un thriller: “Creo que eso es algo que siempre he sentido al ver la obra y también algo que se volvió más claro y más interesante para mí cuando me estaba metiendo y haciendo la adaptación. Es interesante cómo Shakespeare pre-imaginó ciertos tropos en la literatura de suspense y de crimen estadounidense que eran comunes en la primera parte del siglo XX. Además, es un thriller contrarreloj, porque para el matrimonio es un elemento de la historia, desarrollándola como un thriller y poniendo una presión de tiempo muy específica”.
McDormand, actriz fetiche de los films de los Coen también dio su punto de vista sobre esta obra que aborda la conocida historia de Shakespeare aunque con licencias artísticas y conceptuales: “En la adaptación de Joel, estamos explorando la edad de los personajes y en nuestra adaptación los Macbeth son mayores, tanto Denzel como yo somos mayores que lo que se suele interpretar como los Macbeth. Somos posmenopáusicos, no estamos en edad de procrear. Entonces eso ejerce presión sobre su ambición de tener la corona. Creo que la distinción más importante es que es su última oportunidad para un momento de gloria. La verdadera brillantez de la adaptación de Joel es que Lady Macbeth nunca haya tenido un hijo, tras muchos embarazos y quizás niños nacidos que han muerto de fetos o muy jóvenes, da sentido al título porque es realmente su tragedia personal, alimentando su ambición de empujar a su esposo a tomar la corona. Centrar la historia en una pareja de unos sesenta años, agrega la tensión y urgencia de que se les acaba el tiempo”.