Kate Winslet es una de las actrices más contestatarias de Hollywood en lo que respecta a la hegemonía de los cuerpos. Desde sus comienzos, la actriz de Titanic se mostró negada a cumplir a rajatabla los estándares de la belleza que persiguieron a las mujeres de esta industria con tanta ferocidad.
Winslet apostó, sobre todo en los últimos años, por mostrarse lo más natural posible. Los personajes que elige se suelen definir por su profundidad narrativa, por las complejidades y por ser más que un estereotipo de mujer. Algunos ejemplos de ello son la investigadora de Mare of Easttown, su rol protagónico en la serie El régimen y el inolvidable papel en El lector, por el que ganó el Oscar a Mejor actriz.
En el marco del estreno de Lee, film que protagoniza y que cuenta la historia de la fotógrafa Elizabeth “Lee” Miller -quien pasó de ser modelo a corresponsal en la Segunda Guerra Mundial para Vogue-, la actriz habló de un insólito momento que vivió en el set. Según comentó a Harper’s Bazaar, un miembro del equipo hizo un comentario negativo sobre su cuerpo natural.
“Mi rostro refleja mi vida”
“Hay una parte en la que Lee está sentada en un banco en bikini. Uno del equipo se acercó entre las tomas y me dijo: ‘Quizás quieras sentarte más erguida’”, reveló. Ante esto, ella respondió: “¿Entonces no se verán mis rollitos de panza? ¡Ni en sueños!”.
En la misma entrevista, le consultaron si llega a incomodarla verse “menos perfecta” en los films: “Todo lo contrario. Me enorgullezco de ello porque mi rostro refleja mi vida y eso importa. No se me ocurriría ocultarlo”.
“Creo que la gente es lo suficientemente inteligente como para decir: ‘Deberías querer hacer algo por esas arrugas’. Estoy más cómoda conmigo misma con cada año que pasa. Me permite hacer que las opiniones de otros se evaporen“, cerró Winslet sobre las decisiones que tomó en torno a las exigencia de belleza y una sociedad que pretende que las actrices se vean como muñecas.