En la actualidad, para nadie es un secreto el éxito cosechado por las películas de Quentin Tarantino. Y aunque parezca difícil de creer, el director fue rechazado por Metallica a comienzos de los 2000, cuando le pidió permiso a la banda para usar las canciones “Enter Sandman” y “Sad But True” para musicalizar las dos peleas más grandes de Kill Bill Vol. 1.
Lo que ocurrió es que Tarantino invitó a Lars Ulrich (baterista de la agrupación) para pedirle autorización para utilizar sus temas y explicarle cómo quería compaginarlos con dos escenas centrales del filme, dentro de ellas la colosal batalla de “Black Mamba” contra los “Crazy 88’s”. Según lo señalado por Ulrich ante la prensa en 2011, Quentin estaba muy emocionado con ese proyecto. El cineasta entonces le explicó: “Los puños impactarían los rostros en los acentos [de la música]. Las patadas se sincronizarían con el sonido de los platillos. Todos los cuerpos volarían al ritmo de la música”.
No obstante, Lars confiesa que tras tener en sus manos el guion del largometraje se le esfumaron las ganas de que Metallica sonara de fondo en la cinta, por ello descartó esa idea:
“Noté que casi todo el guion estaba escrito en un lenguaje más allá de mis capacidades de entendimiento. La verdad no pude abrir mi cerrada mente danesa. Admiro sus películas, lo amo como persona, pero luego de 180 páginas me sentí bastante desconcertado y poco cómodo por no comprender el guion”.
Finalmente, Lars admitió que el haber rechazado esa propuesta de Tarantino es, según él, “el error más grande de la carrera de Metallica”.
Hace pocos meses, informamos que una supuesta tercera entrega de la saga de Kill Bill está en camino.