Lejos de tener un comienzo de carrera con papeles de nula importancia, Orlando Bloom irrumpió en el mundo del cine con participaciones en largometrajes de la talla de La caída del Halcón Negro, la trilogía de El señor de los anillos, Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra y Troya, entre otras cintas.
Tras años de vacas gordas, el primer tropiezo de la carrera del actor británico llegó con su participación en Elizabethtown, una película romántica con tintes de tragedia y de comedia en partes iguales en la que compartió elenco con Kirsten Dunst, Susan Sarandon, Alec Baldwin y Jessica Biel.
Lejos del éxito esperado, el film de Cameron Crowe fue un fracaso, tanto en taquilla como en lo que a críticas respecta. Desafortunadamente para Bloom, no solo el largometraje recibió malas devoluciones sino también su performance, la cual “se describió como poco atractiva” (vía Far Out). Igualmente, el actor defendió la producción y afirmó haber disfrutado el tiempo invertido en ella. “Me encantó. Tengo que decir que realmente me encantó. Me sentí vulnerable”, reconoció.
Sin embargo, el nacido en la ciudad de Canterbury admitió que la experiencia le sirvió para salir de su zona de confort y lo llevó a darse cuenta de todo lo que debía mejorar en la actuación. “Cuando tienes un gran escenario en medio de una película, ya sea una torre de asedio que se derrumba o 100 caballos que cruzan la llanura, eso hace mucho del trabajo por ti. Pero cuando eres tu el que hace todo el esfuerzo, eso era nuevo para mí. Siento que tengo mucho que aprender”.