El 2019 se va dejando películas contundentes. Incluso con una prevalencia de Marvel y de universos de superhéroes, remakes de Disney de sus propios éxitos en versión live action, y el reinado de las series y los films de Netflix, aún seguimos recibiendo films de gran apuesta artística y, como todos los años, traemos la lista de los 25 mejores títulos del año.
Esta lista está cubierta de eclecticismo en cuanto a nacionalidades y géneros fílmicos. Contiene las nuevas realizaciones de grandes directores del cine moderno, como Pedro Almodóvar, Martin Scorsese y Quentin Tarantino. Entre lo mainstream, lo under, la comedia y el drama, se despliegan 25 títulos estrenados en 2019 que no podés perderte.
25. It Chapter Two
Dir: Andy Muschietti
No tan adorada por la crítica pero agradecida por los amantes del cine de género, Andy Muschietti entrega la segunda parte de IT basada en la novela homónima de Stephen King. Despegándose del film original, Muschietti se decide por homenajear al cine de terror y a la obra de King. Cierra la historia del payaso asesino con un metraje de 3 horas que utiliza todos los clichés del terror y hasta llega a parodiarlos. En un panorama actual en que el arthouse horror lidera la producción, Muschietti se ata a lo clásico, a lo grotesco y a las técnicas nacidas de la obra de King. – Julieta Aiello
24. The Mule
Dir: Clint Eastwood
Clint Eastwood vuelve a dirigir y protagonizar una película al borde de cumplir noventa años de edad, casi un récord en el mundo del cine. Con sus críticas a la sociedad norteamericana combinadas con un nacionalismo actualizado, Eastwood se pone en el papel de un ex combatiente que se mete en el narcotráfico oficiando de mula. Una historia cargada de acción y respetando las bases de un drama policíaco hollywoodense, que certifica la maestría de Eastwood para narrar y dirigir. Sosteniendo una historia principal policial, el film toca temáticas como el abandono y los lazos de familia, los conflictos migratorios y discriminatorios en un Estados Unidos profundo, construyendo un protagonista complejo que pone en análisis al americano conservador y tradicionalista. – Julieta Aiello
23. Booksmart
Dir: Olivia Wilde
Bajo el formato de coming of age, ya constituido desde hace mucho tiempo por la industria del cine como un género en sí mismo, Booksmart se adentra en una noche inesperada en la vida de Molly y Amy, que están en el último día del último año de la escuela secundaria. Orgullosas de ser nerds y de pertenecer a una elite que accederá a las mejores universidades, su vida se trastoca para siempre en una noche en que descubrirán que todas las certezas acumuladas por años de dedicación al estudio, simplemente no son tan certeras. Booksmart parte de un tópico ya conocido pero alcanza a desmontar la figura de los arquetipos que el mismo cine ha ayudado a construir. Y así, en una noche en busca de una fiesta a la que parece que no van a llegar nunca, las dos amigas descubrirán que las cosas no son como parecían, y que existe vida más allá del pequeño mundo que compartían. – Matías Lapezzata
22. Toy Story 4
Dir: Josh Cooley
La última entrega de esta saga comenzada hace ya décadas y que consagró a Pixar en la vanguardia de las películas animadas digitalmente, abrió una brecha en relación a sus antecesoras. Hay pocas sagas que se sostienen con altura en el tiempo. La de Toy Story parece haberlo logrado hasta el momento, aunque en este último capítulo la historia original se abandone y los juguetes, literalmente, abandonen la dependencia humana sobre el final, para constituirse libres más allá del mundo de la raza humana. Es una decisión extraña que abre un nuevo horizonte y clausura la historia que comenzó en los 90. Pero más allá de lo que se cuenta, se constituye como una verdadera película de aventuras, plagada de peligros y obstáculos que los personajes tienen que sortear a escondidas de los ojos humanos en un viaje de vacaciones, y bajo las inclemencias de un mundo de juguetes antiguos que acechan inesperadamente. La infancia que se deja atrás, la consciencia posible de un juguete y lo inesperado vuelto acrobacia, son los condimentos de este filme que entretiene en el mejor de los sentidos. – Matías Lapezzata
21. Breve historia del planeta verde
Dir: Santiago Loza
Hay dos motivos cruciales por los cuales Santiago Loza merece un puesto en este ranking: la sobriedad que muestra para explorar la ciencia ficción -un género al que el cine argentino no está habituado- y la ausencia de lugares comunes. Eso es Breve historia del planeta verde. Con las actuaciones inmejorables del tridente conformado por Paula Grizpan, Romina Escobar y Luis Sodá, la película supone una mezcla entre el drama, el humor ácido y el misterio, y cuenta con un departamento de efectos especiales que bien podría ser la envidia de la fábrica del mainstream. Lejos de querer mostrarse deliberadamente exótico, Loza escribe un guion pulcro y absurdo que adquiere sentido de inmediato, atrapando al espectador en una trama distinta, saludable y penumbrosa. Un mundo donde los homófobos se disculpan, donde las disidencias sexuales están naturalmente amalgamadas en la trama y donde el odio no cobra venganza. Una misión intergaláctica que recorre, al mismo tiempo, paisajes pueblerinos en una suerte de road movie, donde la transformación de los personajes no está dada por el exterior, sino por los cambios que generan a su alrededor, a medida que transitan el viaje a la liberación. El duelo como forma de vida y un alien extremadamente carismático aúna lo mejor de todxs lxs que lo van conociendo. – Melina Storani
20. Mid90s
Dir: Jonah Hill
Jonah Hill dirige este drama realista sobre el mundo de niños y adolescentes skaters en California durante los 90. La fiebre de vuelta a los 80 y 90 le calza justo para realizar este film de delicadeza emocional y narrativa. Con dejos de Gus Van Sant, Hill se aproxima a la clase media norteamericana a través de las aventuras de un grupo de adolescentes que habitan las calles coqueteando con los excesos. Los mandatos patriarcales y varoniles se vuelven fundamentales en la creación del personaje de Stevie, un niño que vive con su madre y su hermano, bastante en soledad y conflictuado en su paso de la niñez a la adolescencia. Stevie encuentra refugio e identidad en el skate, la calle y la pertenencia que implica ser parte de un grupo, mientras Hill construye este film bien coming of age o novela de iniciación, como prefiramos pensarla. El dramatismo que emana de una sociedad desamparada y enajenada, se disipa y no se vuelve denso gracias a la carga costumbrista y las referencias de época que cuelan la melancolía. – Julieta Aiello
19. La odisea de los giles
Dir: Sebastián Borensztein
El nuevo film de Sebastián Borensztein toca una reciente y sensible época de la historia argentina: la crisis de 2001. La odisea de los giles es de ese tipo de films argentos que es muy difícil que falle. Tiene los clichés del cine nacional, reúne un elenco estelar, apela a la emotividad y moviliza al espectador conectándolo directamente con la historia. Como espectadores somos completamente cómplices de estos “giles”, quienes emprendían un cooperativa (estructura que cobra mucho sentido en la época) y su dinero queda secuestrado por el corralito. Borensztein logra contar la historia sin destrozar al espectador, apelando a un humor bien local, al tiempo que pone en el mismo equipo a personajes antagónicos ideológicamente (al igual que los actores y actrices que los interpretan). El equipo que componen estos personajes se arma con diferentes estereotipos argentinos que se dibujan a la perfección y llevan a la empatía constante y, al ser realista casi todo el tiempo, a la risa desde la identificación. – Julieta Aiello
18. Ad Astra
Dir: James Gray
La última producción del multifacético James Gray hace lo que pocas películas han logrado este año: trabajar de modo masivo en una concepción total del cine. Podemos decir que la película trata de la mentada épica del regreso al origen, la que lleva adelante un hombre abandonado en busca de su padre, siguiendo, aunque de manera estrábica, sus mismos pasos. La película comienza cuando la corporación militar pone en marcha una misión secreta al mando de Roy McClifford (interpretado por Brad Pitt), que partirá hacia las estrellas para establecer contacto con su padre desaparecido hace años en los bordes del sistema solar. El viaje prevé llegar hasta Neptuno, haciendo escala en la Luna y luego en una base subterránea en Marte. Como espectadores de este viaje, habitamos de algún modo la conciencia de Roy y su campo perceptual, lo que produce una experiencia que vuelve épico el viaje, tanto del astronauta en cuestión como del espectador. Todo parece suceder en cámara lenta, y sin embargo las escenas de acción poseen una velocidad interior que produce un efecto extraño: ese diálogo, esas velocidades encontradas, las de la acción dramática en un universo sin límites, acercan a la comprensión a una experiencia visual para nada común y le devuelven poder a la materia del cine. – Matías Lapezzata
17. The House That Jack Built
Dir: Lars von Trier
La más reciente película de Lars Von Trier está protagonizada por un asesino con trastorno obsesivo-compulsivo. Detrás del cinismo de cada plan sangriento, se revela en un epílogo una especie de reflexión subjetiva y a la vez histórica que tiene mucho que ver con acontecimientos en la trayectoria y en las distintas películas del director danés; como por ejemplo, su suspensión en el Festival de Cannes por sus declaraciones sobre Hitler. Jack considera cada asesinato como una manera de consolidar una obra de arte, así que detalladamente trata su movimiento anterior al hecho, pero a la vez sufre con la manía de que algún pequeño descuido lo incrimine posteriormente. Por eso no solo va a la escena del crimen para cometer el acto, sino que también regresa para corroborar que todo está en orden tal cual lo dejó después de haber limpiado minuciosamente. – Juampa Barbero
16. Border
Dir: Ali Abbasi
Border es el segundo largometraje del cineasta iraní Ali Abbasi. Tiene como protagonista a una pareja de trolls que al parecer, por esas cuestiones del destino, iban a cruzarse en el camino. Tina, la protagonista, trabaja en la aduana como detectora de sustancias ilegales; pero su increíble poder de olfato la ayuda no solo a reconocer dónde se encuentran las sustancias, sino que también huele el miedo y el descaro de quien esconde algo. Su percepción olfativa le permite hasta oler la perversión, encontrando viajeros que llevan pornografía infantil. Tina en un momento se encuentra con Vore, un hombre que al principio le parece un forastero por su manera de actuar, pero su apariencia le hace sentir una inmediata conexión con la cual empezarán una relación fantástica en un mundo que parece no ser al que pertenecen. – Juampa Barbero
15. The Souvenir
Dir: Joanna Hogg
La directora de Unrelated (2007) y Archipiélago (2010), Joanna Hogg, propone un coming of age creativo con la mismísima hija de Tilda Swinton, Honor Swinton Byrne, como protagonista. La realidad y el arte se fusionan y se confunden en torno a la figura de Julie, una joven cineasta en los 80 con voluntad de realizar su primer película. El ritmo de The Souvenir es un tanto complejo: hay un juego contundente de espejos, de diálogos lentos y ensimismados, de personajes extraños que se vinculan de formas poco frecuentes. Julie conocerá a Anthony, un hombre misterioso involucrado en la corte inglesa, con el cual entablará una relación caótica y extrema. En teoría, la trama de The Souvenir es autobiográfica, por lo que se supone que Hogg ha vivido esta turbia relación en su vida personal como una joven adulta. Movilizada por su deseo de concretarse como artista, Julie se embarca en un viaje de autoconocimiento marcado por referencias plásticas y cinematográficas contundentes y una puesta en escena equilibrada y detallista. The Souvenir esgrime un romanticismo sensible y perturbador que hurga en las fibras emocionales más profundas de sus protagonistas. – Melina Storani
14. Motherless Brooklyn
Dir: Edward Norton
Edward Norton dirige su segunda película y llega con un clásico policial noir protagonizado por él mismo. Situado en la Nueva York de los años 50, pone en escena a actores como Willem Dafoe, Bruce Willis y Alec Baldwin para contar la historia de un estado corrupto, de la segregación racial y de las políticas de cada barrio de esa ciudad. Norton logra un film exquisito, de larga duración pero con todos los elementos típicos del género, demostrando que es un alumno bien aprendido y atento que homenajea a sus maestros con sello propio. El film tiene solidez narrativa a cada paso, una estética deliciosa atravesada por el alcohol, la noche y el jazz. Su personaje, un investigador improvisado con síndrome de tourette, hipnotiza mientras esgrime el sentido justiciero y una actitud de valentía oscilante aunque dictada desde lo interno. – Julieta Aiello
13. High Life
Dir: Claire Denis
High Life es una película de ciencia ficción dirigida por la aclamada directora francesa Claire Denis. En este film, protagonizado por Robert Pattinson y Juliette Binoche, una serie de delincuentes reemplazan su condena por ponerse al servicio de la ciencia en un viaje hacia las profundidades del espacio exterior. Su protagonista se encuentra aislado con su bebé en la nave y a través de un largo flashback se presenta la historia de la convivencia violenta entre los integrantes y la científica. Es una de las películas más extrañas de la directora, ya que dialoga con grandes películas del género como Solaris de Andréi Tarkovski, pero también cruza la línea e incomoda con experimentos de eyaculación. Es una película difícil de entender a través del uso de la razón, pero con una belleza impactante en las imágenes que recrea. – Juampa Barbero
12. O que arde
Dir: Oliver Laxe
La idiosincrasia de un pueblo de Galicia se funde con tomas de incendios reales donde hay una profunda evocación poética de todo lo que hay que destruir para seguir adelante. Los excelentes protagonistas Amador Arias y Benedicta Sánchez -con una chispa parecida a Chus Lampreave- encarnan a hijo y madre en medio de un escenario rural donde hay (y no) espacio para el perdón. En medio de sus actividades diarias, y con un fuego que se asoma detrás de cada paisaje, el pirómano Amador se reencuentra a sí mismo en la simpleza de su madre, que si bien nunca lo abraza, se nota que lo ha estado esperando por siempre. Los diálogos intimistas y sumamente naturales se combinan con momentos dramáticos tensos, con enfrentamientos entre vecinos y con animales que huyen ante la mínima señal de conflicto. O que arde no sería lo que es sin esos escenarios naturales donde se emplaza, donde las tradiciones de una comuna oscilan entre la confianza y el desentendimiento, entre la costumbre y la vulnerabilidad, creando un panorama muy humano -y al mismo tiempo metódico- que culmina con una duda, un misterio que no se resuelve. – Melina Storani
11. Synonymes
Dir: Nadav Lapid
Para su tercer largometraje, el israelí Nadav Lapid apuesta por un relato autobiográfico. Un joven que pasó por el servicio militar de Israel decide abandonar el país y despojarse de cualquier rastro de su nacionalidad, empezando por el idioma. Así llega a París sin mucho conocimiento de francés y conoce a una pareja de intelectuales que rápidamente lo adoptan como amigo, sentando las bases de lo que derivará en un triángulo amoroso, tensión homoerótica incluida. La película marca el cautivante debut actoral de Tom Mercier, elegido por el realizador de The Kindergarten Teacher después de un largo proceso de casting. Así como Jean-Luc Godard estrenó La Chinoise meses antes del Mayo francés, Lapid asume una marcada posición política en Synonymes (menos explícita en términos de partidos), tendiendo un hilo invisible entre ese clásico de la nouvelle vague y esta película en época de Chalecos amarillos. La construcción de una nueva identidad religiosa y política, terrorismo, fanatismos y migraciones van moldeando este ingenioso relato que ganó el Oso de oro en la más reciente Berlinale. – Rodrigo Piedra