La primera entrega de The Matrix arribó en 1999 y vivíamos en un mundo mucho menos digitalizado, no tan dependiente de internet como el que habitamos hoy. Por estos días, Keanu Reeves, quien interpreta a Neo en esa ficción, habló con Empire sobre la trama de la cuarta película de esta saga que estrenará en unos meses:
“Lana Wachowski escribió un guion hermoso y una historia maravillosa que resonó conmigo. Esa es la única razón para hacerlo. Trabajar con ella nuevamente es simplemente increíble.”
Más adelante, el actor de 55 años sugirió que Matrix 4 podría proporcionar lecciones “significativas” a los espectadores: “Ha sido muy especial, y creo que la historia tiene algunas cosas significativas para decir, y de las que podemos nutrirnos”. En esa misma línea, su compañera Carrie-Anne Moss, quién también retoma su papel como Trinity, mostró un enorme entusiasmo respecto del guion de este filme:
“Cuando me lo trajeron de la forma en que me lo acercaron, con una profundidad increíble y toda la integridad y el arte que podas imaginar, pensé: ‘Esto es un regalo’. Fue muy emocionante”.
Por otra parte, el periodista Andrew Bloom se planteó una reflexión sobre la relevancia actual de esta franquicia creada por las hermanas Wachoski. De acuerdo con su análisis, en estos largometrajes se juega con el paralelo entre las vidas “normales” de las personas y las vidas que crean en línea. Andrew brinda un ejemplo claro de esta situación al anotar:
“El agente Smith (Hugo Weaving) lo expone cuando interroga por primera vez a Neo. Traza el contraste entre el hombre que trabaja en una granja de cubículos y paga sus impuestos y el pirata informático que rompe las reglas y se conecta para tener una existencia mucho más extraordinaria.”
Asimismo, Bloom apunta que esta saga propone que hay algo profunda e inexplicablemente mal con nuestra sociedad y no sabemos cómo resolverlo. De cierta forma, Andrew afirma que la trama de Matrix alimenta el deseo del público de “escapismo digital” y lo fusiona con “el deseo de arreglar lo que está roto en nuestro mundo… y en nosotros mismos”.
Hace poco, Lily Wachoski enriqueció este debate al señalar que Matrix es un metáfora de su identidad como mujer transgénero.