Después de haber colaborado con el cineasta Baz Luhrmann en Moulin Rouge!, Nicole Kidman y el director volvieron a trabajar juntos en Australia, film que la actriz protagonizó junto a Hugh Jackman. Ambientado entre 1939 y 1942 en el norte de Australia, el largometraje costó 130 millones de dólares pero logró recuperar la inversión y hasta generar ganancias, pasando los 211 millones.
A pesar de haber tenido una buena recepción del público, la cinta no logró el aprobado de los expertos y recibió algunas críticas duras, especialmente al desempeño de Kidman. Según recuerda Far Out Magazine, Kidman estaba tan segura del proyecto que aceptó la propuesta incluso antes de leer el guion, actitud que luego se tradujo en que asistiera al estreno de Sídney, a pesar de que ella no suele ver sus largometrajes en pantalla grande.
Una amarga sorpresa
El hecho de que Kidman asistiera al mencionado evento no implicaba que estuviera entusiasmada de ver la película. De hecho, comentó: “Esta es una celebración para mí y, con suerte, para este país. Está destinada a ser algo así como ‘divirtámonos y disfrutémoslo'”. Más tarde, Kidman se mostró asombrada por lo que vio, pero no por buenas razones, ya que aseguró que su actuación fue terrible.
“Me senté allí, miré a Keith [Urban, su esposo] y dije: ‘¿Soy buena en esta cinta?’”, recordó tiempo después. “Pero pensé que Brandon Walters y Hugh Jackman fueron maravillosos. Es simplemente imposible para mí conectarme emocionalmente con el film”, concluyó.