Quentin Tarantino acaba de estrenar su primera novela que lleva el mismo título de su más reciente película, Érase una vez en Hollywood. Si bien la base es la misma historia, el director anunció previamente que el libro se dedica a profundizar más en ciertos personajes como Cliff Booth e incluso a desarrollar escenas que no hemos visto en el film.
Esto se confirmó cuando salió a la luz el tráiler promocional de la novela y pudimos encontrarnos con escenas inéditas de la película, una de las cuales incluye a Charles Manson y otra a Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) y Trudi Fraser (Julia Butters) en una conversación telefónica.
Estos dos personajes protagonizan una de las escenas más potentes, tiernas y cómicas de Érase una vez en Hollywood, aquella en la que filman un western y en su conversación previa -tanto como en el rodaje- se cristaliza el ocaso de la carrera de Dalton y el comienzo de la de Fraser, una niña elocuente y segura de sí misma.
La que vimos en el film no fue la única escena que estos dos rodaron en conjunto. Hubo una que, por cuestiones narrativas, tuvo que quedar fuera y sobre esto habló Tarantino en el podcast ReedBlend:
“Esta era mi escena favorita en el guion. Así que la idea de que no fuera a estar en la película era inimaginable. Creo que era probablemente la escena favorita de Leo de todas las que filmó. Estábamos llorando. Fue la primera vez… Se me pusieron los ojos llorosos durante un tiempo cuando estaba rodando esta escena. A Julia [Butters] se le saltaban las lágrimas cada vez que terminábamos de rodar esta escena”.
Esta escena fue quitada de la película pero podremos acceder a ella en el recientemente estrenado libro. Sobre el motivo que llevó a Tarantino a quitarla, explicó: “La razón por la que la escena no está en la película es doble. Parece como un final del film. Lo cual de hecho estaba bien en el guion, porque en este consideraba todo lo que sucedía en febrero como parte de una estructura de tres actos y lo que ocurre en la noche del asesinato como un epílogo”.
Y agrega: “Pero era una manera errónea de verlo. (…) nos dimos cuenta al final que la escena del Rancho Spahn culmina la parte de febrero. No había vuelta atrás. (…) Ahora no podíamos simplemente terminar con el Rancho Spahn. Así que la idea es que, después de esta escena, debíamos concluir rápidamente toda la parte ambientada en febrero. Y luego, una vez hecho esto, ir hacia agosto”.
Para la joven actriz, esta escena eliminada podría haber hecho la diferencia. Si bien su aparición es simplemente inolvidable, la suma de este momento podría haberle valido una nominación al Oscar, según expresó el productor David Heyman: “Quentin es adepto a descartar una gran escena. Si ésta se hubiera incluido, ella hubiera obtenido una nominación al Oscar por esa interpretación. Pero no casaba con la película. Todo tiene que ver al final con el ritmo del film, para que llegue a donde necesite llegar”.