Tom Hanks puede presumir de tener una de las carreras más prolíficas y exitosas en la actualidad. El ganador del Oscar es conocido por sus papeles en cintas de la talla de Forrest Gump, Big, Filadelfia, Rescatando al soldado Ryan y Náufrago -entre tantas otras-, pero aunque su filmografía está repleta de éxitos de taquilla, hay una película de la cual se arrepiente: La hoguera de las vanidades (The Bonfire of the Vanities).
Basado en la novela homónima de Tom Wolfe de 1987, el largometraje de 1990 dirigido por Brian De Palma presenta a Hanks en el papel de Sherman McCoy, un exitoso agente de bolsa de Wall Street que ve cómo su acomodada vida peligra cuando atropella a un hombre de raza negra y se da a la fuga en su coche de alta gama. A partir de ese momento tendrá que enfrentarse a los grandes centros de poder de la sociedad moderna de Nueva York.
La razón de su descontento
A pesar de contar con la participación de Bruce Willis, Melanie Griffith y Morgan Freeman, el film no solo fue mal recibido por la crítica especializada, sino que también resultó un fiasco en el aspecto comercial, ya que el presupuesto fue de 47 millones de dólares pero solo logró recaudar 16 millones en los cines. Lejos de negar el fracaso y defender a la cinta, Hanks la describió como “una de las películas más horribles jamás hechas” en una entrevista que le brindó a The Oprah Magazine en septiembre de 2001.
Según recuerda Far Out Magazine, el oriundo de Concord dijo que, a medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta de que no podía identificarse con Sherman y que era imposible “hacerse el tonto”. Igualmente, el mal trago se tradujo en aprendizaje para el galardonado intérprete. “Si no hubiera pasado por esa experiencia, habría perdido algo valioso. Ese film fue una empresa fascinante desde el principio. Era más grande que la vida y, por alguna razón, atrajo una gran cantidad de atención”, explicó.
“Puedo ir a Alemania, incluso ahora, y la gente dirá: ‘¿Cómo es que ya no haces largometrajes buenos y descarnados como The Bonfire of the Vanities?’. No tienen idea de lo que significa ser estadounidense y hacer que esa película entre en la conciencia nacional. Bonfire me enseñó que no podía fabricar una conexión central”, sentenció.